Hay que ser héroes para producir. Esa es la afirmación que hacen los productores locales y nacionales ante los obstáculos que han tenido antes y durante la pandemia por Covid-19, que deja el trabajo del campo en caos y que se traduce en una inminente escasez de alimentos.

Armando Chacín, directivo de la Fedenaga, explica que el mayor problema que enfrentan para estos días es la falta de combustible, no sólo para la distribución de los alimentos, sino también para el trabajo de campo, pues la maquinaria necesita gasolina para funcionar y el obrero necesita llegar hasta las fincas y fondos, quedándose sin medios de transporte.

«Somos 120 mil productores a nivel nacional que estamos pasando penurias. Antes de la pandemia ya adolecíamos de problemas con materia prima, riego, mano obrera que emigra y ahora se suma la escasez de gasolina, pues en los sectores agrícolas no llega combustible ni gasoil y cuando viajamos a las ciudades se nos hace cuesta arriba surtir», revela.

Chacín asegura que ya antes de la pandemia el campo estaba produciendo sólo 15% de los requerimientos de la población y que ahora puede ser menos, sobre todo en zonas alejadas de las grandes ciudades, donde están las fincas. Asegura que estos primeros 15 días de cuarentena no se ha notado la ausencia de productos porque aún hay rubros en almacén, pero dentro de 15 días eso se termina y se comenzará a ver la falta de productos básicos.

«Es doble problema lo que enfrentaremos en unos días, por la pandemia y la falta de buena alimentación que repercute en la salud de los venezolanos. Si no se come, cómo se enfrenta a una enfermedad tan devastadora», declara.

El directivo de Fedenaga llama a la reflexión de quienes tienen el control del combustible. «Es una situación que no podremos sostener sin comida en las casas, deben atender esta necesidad para no enfrentar problemas más graves. Organizar las prioridades, no sólo médicas sino de alimentación sería una solución alejada de las promesas sin cumplir», acota.

Maximiliano Pérez, directivo de los caficultores larenses, afirma que la falta de gasolina es la punta del iceberg, que revela que el campo está en total abandono, pues los productores «no son tomados en cuenta» como sector priorizado, ni antes de la pandemia, ni durante esta.

«Ya veníamos enfrentando la migración del personal obrero ante la falta de trabajo en el campo, se iban a la ciudad o fuera del país, la falta de materia prima con el cierre de las grandes industrias de importación y fabricación de productos para el campo, para ahora también ver cómo sin gasolina se pueden perder cosechas por no poder sacarla del campo y la nula producción, pues si yo soy productor ¿cómo viajo hasta las fincas para sacar mi producto si no tengo gasolina para mi carro?», dijo.

José Ricardo Álvarez, presidente de la Asociación de Cañicultores de Lara, afirma que en estos 15 días no han visto gasolina, lo que los ha dejado «paralizados», tanto a productores como a obreros que no tienen cómo ir al campo a trabajar, no hay transporte público y tampoco pueden surtir sus motos personales.

«Es grave lo que estamos enfrentando, al poder decir que los productores nos podríamos quedar sin generar nada, no sólo por ser un negocio, sino que significa dejar sin comida a un país entero. Hace 10 días nos reunimos con la ZODI y el Ministerio de Agricultura, quienes hicieron una lista para surtirnos gasolina, pero quedó sólo en papel. No nos han dado ni una gota y ya nos quedamos sin la posibilidad de movilizarnos», sentencia.

Productores hacen un llamado al gobierno local y nacional, antes de que se vean los anaqueles vacíos, para que hagan un alto entre las colas de gasolina y ellos puedan surtir y seguir movilizando los alimentos.

Con información de La Prensa de Lara

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