El alza experimentada por el dólar en las últimas semanas ha afectado negativamente a los productores agropecuarios, situación que se agrava por la inseguridad y la falta de repuestos para maquinaria.
Así lo informó Oswaldo Carnevalli, directivo de la Federación Bolivariana de Ganaderos Agricultores de Venezuela (Fegaven) y de la Federación Nacional de Productores de Papas y Hortalizas (Fenaphort), quien apunta que por estar cerca del cierre del ciclo de siembra de invierno es necesario que se solventen los problemas del campo.
En lo que corresponde al sector bovino, específicamente, dijo que se encuentra afectado por la carencia de semillas para pasto en tanto que, el tema de los repuestos también está incidiendo negativamente en la actividad.
Destacó Carnevalli que “preocupa al sector agrícola, tanto animal como vegetal, el tema de la alta inflación que han evidenciado los insumos que requiere el sector para funcionar”.
Aclaró que los insumos que han mantenido su precio son los que suministra la estatal Agropatria, pero son insuficientes para el sector agrícola vegetal, que no sólo incluye los cereales sino también las raíces, tubérculos y hortalizas.
Precisó que dada ésta situación muchos productores han acudido a mercados paralelos, hecho que ha impactado fuertemente en las estructuras de costos especialmente en las semillas de hortalizas, a pesar de los esfuerzos que hacen los entes del Estado por abastecerlos.
En el caso de la actividad ganadera mencionó que también ha sido impactada por el alto costo de los medicamentos que requiere para funcionar, especialmente en los pequeños productores quienes no tienen acceso a los operadores por sus altos costos lo cual está impactando en el precio de la carne y la leche.
“En cuanto a los insumos tenemos unos costos de producción prácticamente dolarizados. Entendemos la situación crítica con respecto a la oferta nacional de divisas del Dicom, pero ello hace prácticamente inaccesible la compra de productos farmacológicos a los 85 laboratorios que suministraban zooterápicos y nutrientes, es decir, medicamentos para el sector avícola, vacuno, cerdos, y equinos, entre otros”, puntualizó
Carnevalli expresó que lamentablemente el único costo que está establecido con precisión actualmente en la estructura es el de la mano de obra.
Como ejemplo de la situación que atraviesa el campo citó el hecho de que en algunas zonas el costo del queso superó la barrera de los 10 mil bolívares por kilo y el litro de leche oscila entre 550 y 800 bolívares el litro a puerta de corral.
Carnevalli recordó que la participación que tenía el sector privado como proveedor de semillas prácticamente desapareció y actualmente la distribución del insumo se encuentra casi en su totalidad en manos del Estado.
Sin embargo, acotó que en Carabobo han incursionado en rubros alternativos como la caraota y el pimentón y “a pesar de todos los problemas apostamos a producir en el país”.
Fuente: El Universal
Fecha: 26 de febrero de 2017