La escasez de combustible, agudizada en el interior del país, afecta a productores y transportistas por igual. En las montañas de La Grita, estado Táchira, los campesinos ven perder sus hortalizas sin hallar soluciones, mientras que los pocos que pueden emprender viaje hacia Caracas, para vender en el mercado Mayor de Coche, se enfrentan a largas colas para llenar el tanque de gasoil o gasolina y a la caída de las ventas.

En diciembre de 2018 los mayoristas traían 10 camiones al mercado. La semana pasada solo había 7, la mayoría con la carga casi entera, algo que no ocurría antes, aseguró un vendedor.

El director de Hortalizas de Fedeagro, Gerson Pabón, asegura que 65 % de los productores del municipio Táchira pierden la cosecha, debido a la falta de gasolina, fallas en el servicio de electricidad y gas doméstico. Semanalmente el gremio recibe a entre 15 y 20 agricultores que manifiestan haber perdido las hortalizas.

“No hay cómo sacarlas”, reprocha el gremialista, quien considera que una de las soluciones pasa por llevar los precios del combustible a una tarifa que sea rentable para la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa). Pabón refiere que en lo que va de año solo han podido sembrar 15 % de hortalizas, pero subraya que de esa cantidad la mayoría se está perdiendo.

La Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga) advirtió esta semana que la escasez de combustible y las constantes interrupciones en el servicio eléctrico impiden el traslado de alimentos en 12 estados del país. Además, señaló que en total 17 entidades se ven afectadas. El presidente del gremio, Armando Chacín, expuso que la situación disminuiría la oferta en los principales centros de consumo.

Por su parte, Pabón expuso que el municipio Jáuregui del estado Táchira, estuvo 22 días sin recibir suministro de gasolina. Quienes acuden al mercado negro deben pagar hasta 320.000 bolívares por una pimpina de 20 litros, calculada a la tasa oficial del Banco Central de Venezuela (BCV) equivale a 55,83 dólares, unos $2,79 por litro, superior a los precios internacionales.

Los transportistas aprovechan que en Caracas, hasta la fecha no se registran episodios como los del interior, para apertrecharse de gasoil o de nafta. Van hasta las gasolineras llenan el tanque y luego lo descargan en los bidones que almacenan para el camino. Saben que manejar hacia el interior representa volver a quedarse sin gasolina.

Con información de Crónica Uno

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