Alfonso Morales, productor agrícola venezolano, expresó su angustia por la escasez de gasoil que es esencial para la producción de alimentos, a su juicio, se ha retrocedido unos dos siglos por la falta de diésel, ahora se ve más bueyes arando la tierra.
Venezuela que era una potencia petrolera, ha visto una merma en el suministro de este combustible entre sanciones internacionales que le impiden importar y lo que expertos consideran una industria arrasada por malos manejos y corrupción.
«Arar una hectárea con bueyes tarda tres o cuatro días, mientras que con un tractor solamente son unas cinco horas», indicó Morales, de 28 años, en una entrevista telefónica con la AFP desde el estado Mérida, en los Andes venezolanos (oeste), donde vive.
Regularmente los bueyes se han usado para las montañas donde los tractores no pueden acceder».
Con capacidad instalada para procesar 1,3 millones de barriles diarios de crudo y combustibles, el sistema refinador venezolano se vino a pique en los últimos años, obligando al país a depender de importaciones de combustible.
El presidente Nicolás Maduro, que responsabiliza a las sanciones de la debacle, aseguró el 21 de abril que «las refinerías ya están en un alto nivel de recuperación».
Pero Iván Freites, dirigente sindical petrolero, sostiene que hoy se refinan unos 45.000 barriles por día ante una demanda interna de 200.000 barriles.
La producción de crudo es hoy de poco más de 500.000 barriles, tras llegar a más de 3 millones de barriles.
«Es muy inestable la producción», explicó a AFP.
«Panorama oscuro»
Los productores agropecuarios alertan de un inminente colapso en el «sistema agroalimentario» por la pérdida de cosechas y dificultades para producir carne, leche y huevos.
«Se estima la pérdida del 30% de la siembra de frijol, unas 13.500 hectáreas que no se pudieron cosechar a tiempo por falta de combustible, mientras que unas 400.000 toneladas de caña de azúcar permanecen sin cosechar», advirtió la gremial agropecuaria de Venezuela, Fedeagro.
Maduro exigió a su gobierno «regularizar el tema del diésel con los productores agropecuarios». «No hay excusas», dijo.
Pero Morales ve cómo «el panorama se torna oscuro». Explicó que, tras ser prácticamente gratis el diésel, mover ahora un camión con hortalizas de los Andes a Caracas -unos 700 km- implica el pago de unos 300 dólares en el mercado negro solo en combustible, lo que encarece los alimentos y golpea a los productores.
Este productor, que se ha volcado a Twitter para narrar las penurias vividas en el campo venezolano, aseguró que incluso se ha hecho difícil conseguir diésel en el mercado informal, donde normalmente un litro se vende por entre 1 y 2 dólares.
«Los agricultores estamos produciendo con las uñas y que se pierda la cosecha por falta de combustible es lamentable».
Con información de Fedecamaras Radio