Un recorrido por el bulevar de Sabana Grande, zona comercial de Caracas por excelencia, puede deparar sorpresas. Por ejemplo, que los precios de los productos importados pueden llegar a ser tan “escalofriantes”.
Los productos “regulados” desaparecieron de los anaqueles de los supermercados. Por eso, muchas personas optan por los productos importados. Sin embargo, estos se han vuelto impagables para el venezolano que gana salario mínimo, pese a los 15 aumentos realizados por Nicolás Maduro desde que asumió la presidencia del país.
Alberto Ramos, 42 años, no quiso ni pisar la tienda cuando desde afuera observó que el kilo de azúcar que ayer martes, cuando pretendía comprarlo, costaba 5.000 bolívares, hoy el precio marcaba 6.000 bolívares. “No se puede venir con la plata justa porque no puedes comprar nada”, se lamentó antes de marcharse del lugar.
Los ojos de Miriam Palacios, 38 años, brillaron al ver una cartulina que decía en letras rojas: Pasta: 4.000. Pero el brillo desapareció cuando el encargado del establecimiento le dijo: “Señora, es solo medio kilo“. Sin pensarlo dos veces se dio la vuelta y siguió su camino en busca de mejores precios por la zona.
Una persona que desee adquirir seis rollos de papel higiénico blanco Scott en la tienda Traki de Sabana Grande, al lado del C.C El Recreo, debe pagar 40.000 bolívares, una quincena de su salario y el 100% de un salario hace dos meses. Si en cambio elige el Scott papel marrón puede ahorrarse 5.000 bolívares y pagar 35.000.
Con el 81% del sueldo mínimo solo se podría adquirir un jabón liquido Palmolive de 400 ml: cuesta 53.000 bolívares. Tomando en cuenta que el salario mínimo son 65.000, solo restarían 12.000 bolívares. Con lo que le resta no podría comprar una crema dental Colgate de 50 mil, importada de Turquía, que cuesta 13.500 bolívares. Es decir, le faltarían 1.500 bolívares
En noviembre de 2016, la crema Colgate de 150 ml regulada costaba 370 bolívares. Al día de hoy, un venezolano debe pagar 20% de su sueldo para adquirir la misma crema en una presentación más pequeña. Si bajamos la calidad del producto en función de la economía, los venezolanos buscan productos alternativos como pasta dental de nombre Connert de 160 g, representa el mismo tamaño de la Colgate, por un costo de 8.240 o la marca Alegria por 6.000.
El precio de las toallas sanitarias espanta a cualquier mujer. Cinco toallas sanitarias marca Always cuestan 7.500 bolívares en otro establecimiento en Chacaíto. Es decir, que para un mes con menstruación moderada, una mujer necesita pagar 15.000 bolívares, 23% del salario, para su higiene personal.
Una botella de aceite de oliva de 750 ml cuesta 31.920 bolívares en el mismo establecimiento, una quincena de salario mínimo. También, se consiguen paquetes de 5 kg de pasta brasilera por 40.000 bolívares.
Los productos enlatados también están entre los productos importados que causan un paro al corazón a los bolsillos de los compradores. Solo 200 gr de caraotas en lata cuestan 3.583 y 400gr de lentejas por 4.883.
Fuente: Efecto Cocuyo
Fecha: 22 de junio de 2017