El presidente de la Federación Nacional de Profesionales de la Docencia, Ramón Eladio Rengifo; y el director del doctorado en Educación de la Universidad Católica Andrés Bello, Leonardo Carvajal, coinciden en que el nuevo currículo escolar anunciado por el Ministerio de Educación para ser aplicado en bachillerato desde el próximo período educativo 2016-2017, debe ser objeto de una amplia consulta que incluya a formadores, gremialistas y docentes de aulas.

Carvajal opina que en este momento el sistema educativo venezolano es “un naufragio”, dado que la escasa calidad educativa que tenía Venezuela en 1995 ha disminuido, entre otras cosas debido a que el gobierno no se ha ocupado de asuntos medulares, ha sido poco profesional y confuso con la aplicación de planes de estudio.

“Hay más o menos tres o cuatro currículum sobre el terreno. Es lógico que exista uno solo, pero si ese se impone de manera poco concertada entonces va a haber más confusión, más caos curricular. Si los muchachos saben ahora casi nada de historia, si están muy mal en la dimensión matemática, y si en su capacidad para redactar ideas también están muy pobres, pues ahora todo eso se va a reducir más”, aseguró.

En su opinión, para evitar lo anterior es necesario que la propuesta del nuevo currículo escolar sea discutida con todos los actores del sistema educativo y se aplique primero en grupos pequeños, es decir, un plan piloto. “Eso es lo sensato. Lo otro es ganas de avasallar, de apabullar a un país, eso es poco democrático, poco científico y al final resulta que lo que se quería reformar no se va a lograr porque va a conseguir mucho rechazo”, advirtió.

Carvajal afirmó que existe confusión en relación con lo expresado por los voceros del ministerio sobre la forma en que se llevará a cabo ese nuevo plan educativo. “Si el ministerio dice que ya las hizo (las consultas y el plan piloto) y lo va a implantar masivamente, es un error y un irrespeto. Si el ministerio lo que quiere decir es que en este próximo curso escolar lo va a aplicar a 127 planteles sería sensato, porque es un número pequeño y la idea es que si lo aplica como plan piloto, estudia lo que pasa y al terminar el año ve las fortalezas y debilidades de lo que ocurrió y entonces decide si lo va a aplicar masivamente”, señaló.

Precisó que la propuesta gubernamental tiene errores, deficiencias, sesgos y sectarismos, pero también cree que tiene puntos aceptados universalmente como tener asignaturas por áreas. “En Estados Unidos no se enseña la biología, la química y la física por separado, sino que están en el área de ciencias naturales. Esto, bien hecho, corresponde a una tendencia que son las relaciones interdisciplinarias de las distintas ciencias”, afirmó.

Desinformación por todos lados

Por su parte, Rengifo señaló que es importante que el ministerio de Educación cuente con algunos aspectos fundamentales para iniciar de manera adecuada el próximo año escolar, entre ellos, con suficientes docentes, determinar si las escuelas están preparadas y, principalmente, definir con claridad cómo va a ser ese proceso de enseñanza-aprendizaje en materia curricular.

Sobre el nuevo currículo escolar dijo que quieren llevar a cabo un careo, una confrontación académica, para conocer con exactitud cuáles son los elementos nuevos. “Estamos interesados en escuchar a los ideólogos que han hecho este planteamiento, cuestiones muy objetivas y concretas. Hay rumores en cuanto al paquete de asignaturas”, dijo.

“La próxima semana el Colegio de Profesores de Venezuela fijará posición. Hasta el momento, por lo que nos han dicho, no hay afectación de ninguna materia, que es mentira que se van a eliminar materias, pero se va a profundizar la relación comunidad-sociedad-educación. Queremos ver ese planteamiento”, expresó.

Agregó que al parecer existe la orientación de inmiscuir a la comunidad como un todo en el proceso de aprendizaje-enseñanza, punto al cual no ven inconvenientes siempre que no que sea una especie de intervencionismo “donde se le dirá al docente cómo dictar su cátedra”, apuntó.

Finalmente, señaló que cambiar el inicio del año escolar profundiza la angustia de los padres y representantes, dado que las escuelas, además de ser unas especies de cuidadores, sirven para compensar en algo la deficiencia en alimentación.

FUENTE: DIARIO DE CARACAS

21 de septiembre de 2016

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