En un informe titulado “La carrera de la reestructuración” publicado a inicios de esta semana, la banca de inversión Torino Capital advierte que la tasa de inflación en Venezuela podría ubicarse en 5.325% a finales de 2018 si no se realizan reformas económicas y se mantiene la crisis política que atraviesa el país. Torino Capital situó en 28,2% la inflación para el mes de agosto, lo que eleva el indicador anualizado en 703,5%.

La firma con sede en Nueva York y dirigida actualmente por el economista venezolano Francisco Rodríguez, ex asesor financiero de la Asamblea Nacional durante el período de mayoría oficialista, pronosticó que el promedio de inflación mensual para el último cuatrimestre del año sería de 27,5%, lo cual conduciría a un cierre de 1.028% de inflación en 2017.

En abril de este año el Fondo Monetario Internacional proyectó la inflación anualizada en Venezuela en 720,5%, la más alta del mundo seguida por Angola con una proyección de 27,0%; Argentina con 25,6%; Sudán 23,2% y Egipto con 22% de inflación anual proyectada. Para 2018 la cifra de inflación proyectada en Venezuela no es nada alentadora. De todas las economías con mayor inflación en el mundo analizadas en el informe del FMI de abril de 2017, las únicas en las que el ente proyecta una tendencia al alza para 2018 es Venezuela con 2.068,7% y Nigeria, que según el FMI aumentará de 17,4% proyectada en 2017 a 17,5% en 2018.

De confirmarse el pronóstico de inflación de la Torino Capital para 2018, Venezuela cerraría como la cuarta economía con más inflación en la historia de América Latina desde el año 1970, solamente superada por Nicaragua en 1987 durante la presidencia de Daniel Ortega (13.109%); Bolivia en 1985 durante los mandatos de Hernán Siles Zuazo y Víctor Paz Entenssoro (11.749%) y Perú en 1990 durante la presidencia de Alan García (7.481%). Mientras, el pronóstico del FMI para 2018, situaría a Venezuela como la sexta economía con mayor inflación en la historia de América Latina desde 1970, superada, además de las economías mencionadas, por la Argentina de Carlos Menem en 1990 (3.079%) y el Brasil de Itamar Franco en 1993 (2.947%).

Desde 2015 se vienen generando cifras históricas de inflación en Venezuela. En dicho período la inflación tuvo su nivel histórico más alto desde 1950, año en el cual el BCV comenzó a registrar dicho índice en el país. Maduro impuso entonces un nuevo record al superar los índices más altos de inflación que se habían registrado hasta ese momento y que correspondían a los años 1989 (81%); 1994 (70,8%) y 1996 (103,2%), períodos en los cuales se realizaron severos ajustes económicos.

La caída del ingreso y del poder adquisitivo de las y los trabajadores venezolanos como consecuencia de la espiral inflacionaria, ha generado un acelerado incremento de la pobreza, lo que a su vez se ha traducido en mayores dificultades, sobre todo para la población más pobre y en situación de vulnerabilidad, para la satisfacción de sus necesidades alimentarias. El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) reconoció en 2015, un nuevo incremento de la pobreza en Venezuela que, según el dato oficial situaba en 33,1% el porcentaje de hogares pobres para el primer semestre de 2015. En su reporte de 2015, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) informó en su Panorama Social de América Latina informó que la caída del ingreso de las y los trabajadores venezolanos debido a los altos índices de inflación, continúo apuntalando el crecimiento de la pobreza en Venezuela, “[…] En la República Bolivariana de Venezuela, Honduras y México, el decrecimiento de los ingresos se constituyó en el principal factor de aumento de la pobreza.” Estudios independientes ubican la cifra de pobreza en niveles superiores a los reportados por el ente oficial. De acuerdo a la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI) realizada por universidades nacionales, entre 2014 y 2015 la pobreza aumentó de 48% a 73%, y la pobreza extrema de 23% a 49%, duplicándose en los estados agrícolas. Para el cierre de 2016, la ENCOVI situó en 82% el porcentaje de venezolanos en situación de pobreza con un aumento de la pobreza crónica a 38%.

Para septiembre de 2017 el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM) indicó que la canasta básica familiar de agosto se ubicó en Bs. 2.938.277,19; un aumento de Bs. 895.185,20 (43,8%) con respecto a julio.

La dictadura de Maduro no sólo viola abiertamente los derechos a la libertad personal; a la vida y a la integridad personal, cometiendo asesinatos, torturas y detenciones arbitrarias mediante la OLP o en el contexto de manifestaciones, sino que además impone un modelo económico que genera más exclusión y empobrecimiento, mediante un proceso sostenido de ajustes de precios; una política fiscal y una inflación descontrolada que deteriora el salario, así como el desconocimiento de las obligaciones estatales respecto a la garantía de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la población. La dictadura de Maduro extinguió, debido al irresponsable manejo de las finanzas públicas y la represión generalizada, la posibilidad de consolidar un entorno favorable para luchar contra la pobreza y enaltecer el valor de los derechos humanos y la democracia.

Fuente: Prensa Provea

Fecha: 02 de octubre de 2017

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