Fuertes lluvias mantienen en zozobra a la población, pues afectan la ya golpeada vialidad y las viviendas construidas en zonas de riesgo.
La temporada de lluvias ha causado innumerables daños estructurales en hogares, calles, carreteras, así como pérdidas de enseres, en Táchira.
Esta semana, luego de más de 20 horas de lluvias casi que continuas, varias viviendas quedaron destruidas en Táriba, municipio Cárdenas, donde dos viviendas precarias se derrumbaron y sus habitantes perdieron los enseres.
Asimismo, en San Cristóbal, una de las paredes perimetrales de una casa en la zona céntrica de San Cristóbal colapsó. La pared había sido construida con bahareque hace años y se derrumbó debido a la acumulación de agua.
El director de Protección Civil, Jaiberth Zambrano, informó que se mantiene un constante monitoreo de río y quebradas a fin de evitar que una fuerte crecida los tome por sorpresa.
En materia de vialidad, Zambrano indicó que hay más de 2000 afectaciones en las diferentes vías del estado, por lo que hizo un llamado a la colectividad para que se mantengan alerta ante las fuertes lluvias.
Cerrado el paso
Desde hace 10 años se advirtió de un problema en la avenida Ferrero Tamayo de San Cristóbal que amenazaba con empeorar y no fue atendido por las autoridades. Ante las recientes lluvias, quedó sin paso esta vía, una de las más importantes de la ciudad, pues conecta al centro con la parte alta. Una tubería de aguas negras colapsó y, además de causar daños en algunas viviendas, se hundió y la capa asfáltica se desplomó. En la zona ya llevan dos semanas sin poder transitar.
El tubo ya estaba enterrado. Ese día llovió tanto que el agua brotaba de los sifones de las casas”, dijo Henry Chacón, vecino de la zona y afectado.
Asegura que unas cinco viviendas se vieron afectadas por el colapso de la tubería. El lunes pasado se mezclaron aguas pluviales con aguas negras que provenían de la tubería rota, así como con el lodo que afloraba por la corriente que socavaba todo lo que se encontraba a su paso.
Chacón sostiene que lo mismo sucedió unos kilómetros más arriba y, antes de que ocurriera un colapso, cambiaron la tubería, pero las autoridades no actuaron hasta último minuto y eso provocó un daño de enormes proporciones.
La Alcaldía de San Cristóbal dispuso obreros, que según los vecinos, van a trabajar por un par de horas y luego se retiran, pese a que los afectados les han ofrecido pagar un incentivo en pesos para que terminen rápido.
Eso se había bajado una vez, pero lo arreglaban poniéndole asfalto frío. No miraban hacia el suelo ni la causa del hundimiento. Ahora mire las consecuencias”, destacó.
Como comerciante del sector, Chacón ve mermada las ventas de su negocio, pues no hay quien pase por la zona y ahora, mientras se resuelve este problema, depende de sus clientes vecinos para subsistir.
Explica que además de las bajas ventas tienen que lidiar con el olor a cloacas que cada cierto tiempo emerge de los cráteres que hay en la vía. El paso está obstaculizado en ambos sentidos.
Se quedaron casi sin nada
Los vecinos más afectados fueron los de la vereda 1 del sector de La Popita, en la avenida Ferrero Tamayo. A eso de las 10 de la noche, los gatos del señor Luis Cárdenas comenzaron a maullar más de lo normal.
Agua de lluvia, cloacas y lodo se colaron de forma violenta por la grieta de una de las paredes de la cocina. En principio, no supo determinar de dónde salía el agua debido a la oscuridad, pero Cárdenas se atrevió a investigar y fue cuando se dio cuenta de que su casa se estaba inundando de lodo.
“Comenzamos a llevar las cosas a la platabanda, tratando de salvar lo que no había tocado el agua. Se nos mojó mucha ropa, comida, colchones. La cocina fue lo primero que se nos inundó”.
Luis, que vive con sus hijas de 13 y 15 años de edad, manifestó que sintieron temor al ver el agua filtrándose por las grietas de las paredes. “El piso se empezó a caer y las grietas se abrieron más”.
Explicó que de la alcaldía iban a llamar a Hidrosuroeste, pero la estatal de aguas no tenía competencia en eso, por lo que la autoridad municipal debe asumir la reparación de la tubería. Los funcionarios de la alcaldía le visitaron y prometieron ayudarle, pero a la fecha nadie les ha dado nada, a pesar de ser de escasos recursos.
Dijeron que vendría Protección Civil y tampoco vinieron. Desde el día de la inundación y nadie volvió”.
Han pasado varios días, pero aún se ven los vestigios de lo que sucedió esa noche del lunes 18 de julio. La cocina y uno de los cuartos todavía tienen lodo en pisos y paredes.
Sin fecha de culminación
Por otra parte, a través de notas de prensa, la Alcaldía de San Cristóbal informó que debido al diámetro de las tuberías que se requieren para reparar el daño todavía están en proceso de conseguirlas. Tampoco determinaron el tiempo que tomará el trabajo, pues además de no tener los materiales, las lluvias dificultan la ejecución de la obra.
Con información de Crónica Uno