En el año 2011, la estadounidense Erica Chenoweth presentó un estudio global sobre los resultados de las protestas pacíficas. Chenoweth encontró que las protestas que tienen incidencia política son aquellas que cuentan con una participación de la población nacional entre 3% y 5%.
La encuesta Percepciones Ciudadanas de la Protesta, realizada por el Centro de Estudios Políticos de la UCAB a 1.200 personas, entre el 15 y 29 de mayo en el ámbito nacional, reveló que 50% de los venezolanos apoya la protesta y 19% se ha movilizado convocado por la oposición.
El director del CEP-UCAB, Benigno Alarcón, afirmó que si bien la cifra de participación expresada por los encuestados venezolanos luce alta respecto a la data referencial de Chenoweth, surgieron elementos que la sustentan.
Cuando se le preguntó a las personas cuáles son sus motivos para protestar, “la escasez” fue primera opción. Pero por primera vez aparecieron razones políticas: defensa de la democracia, corrupción, exigir elecciones presidenciales, cambio de todo el gobierno, exigir libertad de expresión, sacar a Maduro, exigir elecciones regionales y defender a los partido, en ese orden.
“Entonces la protesta ya no es meramente social, como registramos el año pasado. Ahora vemos una protesta que identifica motivos políticos. Ante el tema de la asamblea nacional constituyente es probable que la protesta, en vez de extinguirse, aumente”, dijo Alarcón.
¿Qué hace falta? Los encuestadores también indagaron sobre las razones por las que otras personas no manifiestan y encontraron que 15% no va por miedo; 8% no está de acuerdo; a 15% no le gusta marchar; 6% considera que falta liderazgo y 18% piensa que no son pacíficas o son peligrosas.
Entonces se les preguntó qué haría falta para que se vieran motivados a participar y los entrevistados priorizaron: 1) Que los líderes vayan al frente de las protestas; 2) Tener la seguridad de que será pacífica; 3) Que el motivo de la protesta sea claro; 4) Que una organización de la comunidad participe; 5) Que amigos y familiares acudan; 6) Tener la seguridad de que ese mismo día se resolverá el conflicto; 7) La seguridad de que no se perderán los beneficios sociales obtenidos; y 8) Depende del convocante.
Estratos D y E en la calle. Es común escuchar a la ciudadanía decir que cuando salgan a protestar las personas de más bajos recursos significará el fin del gobierno. El estudio Percepciones Ciudadanas de la Protesta reveló que esa participación ya es un hecho.
El investigador del CEP, Juan Manuel Trak dijo que a diferencia de las protestas de 2014, en esta oportunidad hay una activa participación de los estratos más bajos: “14% del estrato E está participando en protestas; 17%, del D; 22,4%, del C y 21%, del estrato A-B. El más alejado de la media nacional (19%) es el E, pero el C y D están participando de manera significativa lo cual es un cambio, sobre todo para el estrato D.
En 2014 la protesta fue más de clase media C, y A-B, pero ahora D y E se incorporan, en la medida de su educación, y también de su independencia económica”, precisó Trak.
El estudio también confirmó que los jóvenes van al frente: 1 de cada 4 manifestantes tiene entre 18 y 24 años de edad; 1 de cada 5 tiene entre 24 y 34 años de edad; 1 de cada 5, entre 35 y 49 años, y 1 de cada 10 tiene más de 50 años de edad.
ANC no es la salida. Si bien 79% dijo que prefiere que el cambio de gobierno se dé por elecciones, cuando se les preguntó qué sería lo mejor para el país solo 5% consideró que la elección e instalación de una asamblea constituyente sería lo mejor; 25% respondió “el diálogo” y 33% prefiere esperar hasta 2018 para los comicios presidenciales.
“Esto lo que nos dice es que la gente tiene un talante democrático, aún a pesar del alto costo que podría implicar esperar hasta 2018, prefieren eso a la confrontación. Al mismo tiempo la gente no está interpretando la ANC como la salida electoral que se está buscando”, indicó Alarcón.
Con información de: El Nacional
Fecha: 30 de junio de 2017