Las refinerías petroleras de Venezuela operaron en el primer trimestre al 31% de su capacidad combinada de 1,62 millones de barriles por día, muy por debajo de las cifras de 2017, según un documento interno de la empresa estatal Pdvsa visto por Reuters.
Las operaciones de refinación de Pdvsa han mermado en los últimos años por la falta de efectivo para repuestos y mantenimiento y la falta de crudo liviano para las instalaciones.
Las salidas de personal, que han golpeado en especial a las refinerías de la empresa, se han convertido en el obstáculo más reciente para mantener los niveles de producción.
Las refinerías Amuay, Cardón, Isla, Puerto La Cruz y El Palito de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) procesaron 510.000 barriles por día (bpd) de crudo entre enero y marzo de 2018, una fuerte disminución frente al promedio de 631.000 bpd de todo el año pasado, detalló el documento visto por Reuters.
La baja tasa de procesamiento, peor que la de México, ha causado que falten productos refinados para cumplir con los compromisos de exportación del país, según el informe.
En mayo, Pdvsa se enfrentará a un déficit de 14.000 bpd -principalmente de diésel y combustible de aviación- para los contratos de exportación, pese a que el consumo local de combustible este año se ha mantenido muy por debajo del pico de 750.000 bpd de hace una década.
La disminución de la demanda interna debería haber dejado un excedente para exportaciones. Sin embargo, el déficit continúa causando retrasos en los envíos y los clientes reciben sólo una parte de los cargamentos prometidos.
La falta de repuestos y materias primas para operar las refinerías apropiadamente es el problema más recurrente de Pdvsa. Pero la falta de crudo se ha convertido en otro inconveniente importante, que obliga a la empresa a importar más petróleo, según el documento.
La crisis provoca estampida de trabajadores
Según dos docenas de fuentes consultadas por Reuters, la nómina de PDVSA está siendo afectada por un éxodo masivo de profesionales de rango alto y medio, operadores y técnicos, lo que genera un vacío difícil de llenar con personal especializado y con experiencia, cuando la producción de crudo ha caído a cerca de un mínimo de 33 años.
Esta situación se ha recrudecido en los últimos meses por la hiperinflación, el hambre y ha sido estimulada también por los nuevos jefes de PDVSA, en su mayoría militares que reemplazaron a una docena de ejecutivos petroleros arrestados en los últimos meses por supuestos sobornos, lo que ha causado miedo entre los trabajadores, de acuerdo a las fuentes.
Más de 25.000 empleados de áreas operacionales clave, como ingenieros, geólogos, operadores de plantas, electricistas y mecánicos, entre otros, renunciaron en el último año hasta finales de enero de 2018, según cifras de Recursos Humanos vistas por Iván Freites, un líder sindical y operador en PDVSA. Datos oficiales demuestran que la nómina al cierre del 2016 era de 146.226 trabajadores.
Freites no tiene las últimas cifras pero asegura que las renuncias crecieron este año.
“(La fuga) ha aumentado, es indetenible, es indetenible”, dijo Freites.
Otras dos fuentes de la compañía dijeron que las renuncias podrían llegar a ser más de las que figuran en los registros ya que muchos prefieren abandonar sus cargos, sin renunciar, por temor a represalias y persecuciones de la policía de inteligencia.
El director externo de PDVSA y presidente de la mayor organización sindical petrolera, la FUTPV, Wills Rangel, admitió que las dimisiones son inquietantes y las atribuyó a una “guerra económica”, que el Gobierno dice fue fraguada y ejecutada por la oposición para sacar a Nicolás Maduro de la presidencia.
“Las renuncias masivas nos preocupan”, dijo a Reuters el técnico petrolero en producción y cercano al gobierno, quien reconoció que PDVSA pierde músculo operacional en áreas vitales y que conseguir reemplazos es muy difícil. “Tenemos que hacer reingeniería y reubicar a los trabajadores que quedan”.
PDVSA no ha logrado cubrir las vacantes más exigentes y los que quedan asumen las labores de los que renuncian, les doblan horarios o turnos, según las fuentes consultadas. En el Centro de Refinación Paraguaná (CRP), muchas plantas operan con dos o tres trabajadores en vez de los cinco habituales, señalan fuentes conocedoras del proceso.
En mantenimiento y operacional, la petrolera – cuyas exportaciones aportan más del 90 por ciento de los ingresos del país- tiene un déficit importante de operadores de plantas, instrumentistas, electricistas, mecánicos, ingenieros petroleros, de procesos y de automatización.
“En la DA1 (destiladora) por falta de trabajadores, hemos tenido varios incendios pequeños”, dijo a Reuters Endy Torres, de 38 años, operador de planta de la refinería Puerto La Cruz, situada en el oriental estado Anzoátegui, y con 15 años de servicio en la empresa.
Publicado por El Estímulo / La Patilla
17/04/2018