Luego de 12 semanas sin despacho de gasolina fue reactivada la venta en el estado Táchira el 5 de octubre, sin embargo, los tachirenses llegaban a las colas de las gasolineras empujando sus carros por no tener combustible.
La escasez de gasolina en el estado Táchira ha sido distinta al resto de Venezuela. Las limitaciones y restricciones llevaron a que durante 12 semanas no hubiese despacho, así que cuando se reinició la venta, las personas llegaron a las colas de las gasolineras sin el carburante suficiente, de allí que debieron empujar los carros para avanzar en las kilométricas colas que se observaron durante toda la semana por parte de quienes pasaron tres meses sin ir a las E/S.
Una mujer, que prefirió reservar su identidad, contó a El Pitazo que compró dos litros de gasolina en un envase de refresco para ir a hacer la cola. Pagó 10 mil pesos colombianos, equivalentes a 2,94 dólares americanos. Sin embargo, no fueron suficientes.
“Yo calculé que con eso prendía el carro, llegaba a la estación de servicio y podía hacer la cola, pero calculé mal porque aunque llegué a las 6:40 am a la fila, ya era demasiado larga, quedé a más de 20 cuadras de distancia de la bomba y entre prender y apagar el carro se consumió lo poco que pude comprar”, explicó.
La tachirense llegó a la cola de gasolina a las 6:40 am este 10 de octubre, a las 8:30 dejó de avanzar porque llegó una cisterna con combustible y a las 10.00, se fue la electricidad en la zona y debieron esperar a que la planta arrancara pues, según escuchó, tuvo problemas para encender.
A esa misma hora, policías marcaron los vehículos que abastecerían ese día. En el vidrio frontal de su carro escribieron “369”, lo que indicaba que aunque se demorara podría echarle gasolina a su carro.
Su esposo, también en cola, sacó gasolina de su vehículo y le echó un poco al tanque, con los que manejó hasta una zona cerca de la bomba a esperar hasta las 4:00 pm, cuando ya se acercaba su turno pero la falta de combustible hizo que debieran ayudarla a empujar el carro porque ya no lograba encenderlo.
Bajo el sol, sin almuerzo y con la ayuda de quienes no conocía pudo ingresar a la estación de servicio y echarle 30 litros de gasolina que le despacharon. Por el combustible en la gasolinera, pagó 4 mil pesos colombianos, equivalentes a 1,17 dólares.
No tiene certeza de cuándo volverá a echar gasolina, debido a que en Táchira las limitaciones son tales, que la próxima vez que le corresponda pudiese ser, según su cálculo, el 7 de diciembre.
En Táchira se vende combustible según el terminal del número de placa de cada vehículo pero a ello se suma también el terminal de número de la Tarjeta de Abastecimiento de Gasolina (TAG) y se dividen por días, es decir, el número de placa 1, abastece un día con quienes tienen de último número de TAG 1,2,3,4 y 5; y al siguiente día, continúa el terminal de placa 1 pero con los TAG 6,7,8,9 y 0.
Aunado a dichas restricciones, en las semanas de cuarentena radical, las gasolineras se mantienen cerradas. Por ello es tan distante cada vez que las personas pueden echar gasolina.
Con información de El Pitazo