Como era de esperarse, las condiciones anunciadas por las 4 señoras que temporalmente dirigen el CNE, lejos de darle viabilidad a los derechos políticos de los venezolanos, los comprometen seriamente.
Pese a que nada de lo que ellas hagan debe sorprendernos, porque la función de estas 4 señoras es intentar mantener a un grupito en el poder aún a costa del sufrimiento de todo el pueblo, el anunio del CNE produjo una gran indignación en el pueblo venezolano.
¿Y quien no puede estar indignado en Venezuela? Las acciones de las 4 señoras del CNE denotan el desespero de un gobierno que sabe que todas las encuestas de opinión pública confirman que más del 80% de los venezolanos quiere cambio y por lo menos 11 millones de electores están dispuestos a colocar su huella a favor del Revocatorio.
Es por ello que la infraestructura electoral que piensa desplegar el CNE sólo permitirá que uno de cada tres venezolanos dispuesto a colocar su huella logre hacerlo. En el boletín de prensa publicado por el CNE, porque las 4 señoras no quisieron darle la cara al país, se informó que serían 1.355 centros de votación y 5.392 máquinas para colocar la huella.
La parcialidad de las rectoras del CNE hacia Maduro y su régimen también se evidencia con el hecho de que por lo menos un tercio de los centros de votación dispuestos para el 20% se habilitaron donde la MUD obtuvo solo el 10% de los votos el pasado 6 de diciembre.
Y aunque la elección presidencial es de carácter nacional y el Artículo 72 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela no establece que la recolección de firmas deba realizarse de forma proporcional entre las 23 entidades del país, las 4 señoras del CNE decidieron que el 20% se recolectara por estado.
Para saber cómo actúan estas señoras es conveniente que revisemos un poco la historia reciente de nuestro país, ya que en el Referendo Revocatorio contra el presidente Chávez celebrado en el año 2004, la recolección del 20% fue de ámbito nacional, mientras que la recolección de firmas para los referendos regionales del año 2007 fueron realizadas en una única circunscripción, sin exigencia de proporcionalidad entre municipios o parroquias.
No obstante, la indignación no puede convertirse en resignación, al contrario, esta nueva acción de Maduro y su cúpula, debe darnos más fuerzas para seguir luchando, sin rendirnos. Sabemos que no es fácil, pero no lo ha sido en todo este tiempo y hemos avanzado, unidos, esa ha sido nuestra fortaleza. Solo unidos podemos mantener la mayoría que somos hoy. Nunca antes en la historia de nuestro país una opción había gozado de semejante respaldo, 80%.
En nuestra Venezuela gobierna un régimen que irrespeta permanentemente la Constitución, no es un gobierno democrático, pero nosotros decidimos derrotarlo constitucional, electoral, pacífica y democráticamente, porque es la única forma que el cambio que alcancemos se mantenga en el tiempo.
A lo largo de esta lucha titánica hemos ido creciendo, nos hemos convertido en una fuerza socialmente inclusiva que está plenamente consciente de que para progresar hay que cambiar a un gobierno que pone freno a las oportunidades.
El compromiso que tenemos es sacar a Venezuela de la peor crisis de toda su historia. El reto es vencer con las herramientas democráticas a esa minoría que hoy está en el gobierno y que es culpable de la crisis que vive nuestra Venezuela y que tanto nos indigna.
A través de la Unidad hemos construido una plataforma sólida, integrada por 18 partidos, y en este momento es fundamental que haya el mayor consenso posible para los próximos pasos que vienen, porque no se puede tomar con ligereza el futuro de nuestra Venezuela.
Nuestro pueblo debe saber que en la Unidad las decisiones se toman por consenso y gracias a esos acuerdos en los que cada quien aporta su punto de vista, hemos ido avanzando en el camino del cambio. Nuevamente tenemos enfrente una decisión trascendental que se comunicará al país mañana lunes.
En este momento es fundamental preservar la unión entre todos, porque de ello depende el cambio. Tenemos claro que no podemos meter a la gente en un callejón sin salida. La acción que se decida comunicar será la que más convenga al pueblo, porque el reto es hacer lo imposible, posible. Si todos remamos juntos vamos a triunfar.
A quienes queremos cambio no nos está permitido rendirnos. Tenemos la fuerza, los votos y el gobierno lo sabe. Maduro y quienes aún lo secundan representan solo el 20% del sentir del pueblo venezolano. Es una lucha desigual porque el gobierno controla todas las instituciones, pero somos mayoría y debemos hacer valer ese poder, la fuerza de esa contundente mayoría.
Con Maduro no hay futuro y eso lo sabe nuestro pueblo. Según una reciente encuesta que vimos, actualmente 17,2% de las personas hurgan entre la basura para poder alimentarse. Estamos en una situación de emergencia.
77,5% de la población se ha acostado a dormir con hambre por falta de alimentos, solo 41,2% de los venezolanos cumplen con las tres comidas diarias, mientras que un 85,3% siente temor de quedarse sin alimentos en su hogar.
Nicolás Maduro es responsable de esta epidemia de hambre y su gobierno no brinda soluciones a los venezolanos. Sólo 10,7% de la población ha tenido acceso a las bolsas que se entregan a través de los CLAP. Es decir, son muchos más quienes escarban entre la basura para alimentarse, que quienes reciben las bolsas.
La indignación que sentimos en este momento debemos transformarla en fuerza para seguir luchando por el cambio. No es momento de tirar la toalla, todo lo contrario, es tiempo de gritar más que nunca nuestro deseo irrenunciable de cambio. ¡Qué Dios bendiga a nuestra Venezuela!