“Agravantes en lugar de mejoras”. Niños y adolescentes están llamados a regresar a clases este lunes 7 de enero pero el escenario que vislumbran los educadores, de no aplicarse los correctivos necesarios, no es nada alentador. Las mayores preocupaciones apuntan a la calidad educativa, la alimentación en las escuelas y las renuncias de docentes.
La investigadora Olga Ramos, miembro de la asociación civil Asamblea de Educación, consideró que los estudiantes y miembros de la comunidad educativa enfrentarán los mismos problemas que empañaron el primer trimestre del año escolar 2018-2019, muchos de los que se agudizarán debido, en parte, a la hiperinflación.
Lamentó que las autoridades del Gobierno no atendieran la recomendación de realizar una evaluación de los aprendizajes para poder implementar un programa de recuperación durante los primeros meses del período académico, que permitiera compensar las fallas pedagógicas que se produjeron entre 2017-2018.
Alimentación e infraestructura
Por otro lado, Ramos advirtió que el año comenzará “sin alimentación escolar”. Argumentó que la tendencia es que en los últimos años al retomar clases en enero, tras el asueto navideño, no se reactiva de inmediato el Programa de Alimentación Escolar (PAE) en las escuelas oficiales.
Recordó que, además, entre los meses de septiembre y diciembre de 2018 se registraron altos niveles de deterioro en el PAE al punto de que los muchachos pasaron a comer solo “arroz con caraotas o arroz con caldo de auyama”, con cantidades muy pequeñas para sus necesidades nutricionales “o mal balanceadas”.
Agregó que este déficit de alimentos, sumado a las dificultades que existan en los hogares para adquirir los productos, ocasionará ausentismo al menos durante la primera semana de clases.
La también presidenta del Observatorio Educativo de Venezuela consideró que en aquellas escuelas donde no se realizaron reparaciones en su infraestructura durante las vacaciones se acelerarán las averías. Algo asimilar vaticino para aquellos planteles que reportaron fallas de agua o electricidad que entorpecen el desarrollo de las actividades.
Migración de docentes
La profesora también consideró en este regreso a clases persistirá el malestar en el personal docente que desató distintas protestas en los últimos meses del año pasado para exigir reivindicaciones salariales y denunciar la violación de su contratación colectiva por parte del Ministerio de Educación.
“Los maestros tienen cada vez menos capacidad de asistir a las escuelas… Pagan por trabajar y no hay vocación que soporte eso”, señaló.
En este sentido la directora de la zona Caracas-Vargas de las escuelas de Fe y Alegría, Yamelí Martínez, señaló que hay “muchísima incertidumbre” en este retorno a las aulas ya que algunos maestros ya se han comunicado con los directores estos primeros días de enero “para manifestar su intención de renunciar”.
Agregó que hay “mucha desmotivación y desánimo” debido a que el personal considera que no se les han cumpliendo las promesas en materia salarial. Entre otras razones detalló que muchos educadores están preocupados por el aumento considerable del pasaje de trasporte público: “Alguien que antes pagaba 10 bolívares ahora le cobran Bs. S 30 o 50”.
Los directores de las escuelas, indicó Martínez, también han expresado su preocupación: “me han dicho que si la cosa sigue así tampoco pueden continuar. Es difícil, captar nuevo personal. Cuando le dices lo que van a ganar en las entrevistas, te dicen que no. No es que no quieran sino que no pueden mantenerse”.
Para este lunes 7 de enero algunas organizaciones sindicales del magisterio llamaron a realizar concentraciones en las plazas Bolívar del país, esto en reclamo porque el Gobierno no realizó los ajustes de la tabla salarial ni los bonos prometidos.
Con información de Efecto Cocuyo