El Observatorio de derechos indígenas Kapékapé presentó un informe en el cual indica sobre la muerte de más de 100 personas indígenas debido al brote de sarampión que afecta al estado Delta Amacuro desde octubre de 2017.
De acuerdo al reporte, las comunidades indígenas más devastadas por el sarampión son Mariusa, El Caigual, el Corroncho, Lagunita de Mariusa y Platanalito en el municipio Tucupita.
De igual forma, Pedernales y las comunidades adyacentes como Capure de Pedernales, Isla Misteriosa y demás caseríos reportan muertes de niños entre 5 y 16 años.
Mientras el municipio Antonio Díaz, el epicentro de la enfermedad se encuentra focalizado en la parroquia Manuel Renauld, específicamente en las comunidades de Morichito, Barranquita, Jojene y Cuberuna.
En este sector, el apoyo de los religiosos sacerdotes de Nabasanuka ha sido fundamental. “Se ha recibido la denuncia del padre Wilson Jochen, que indica las muertes sucesivas de los niños indígenas por efectos del sarampión”, señalan los miembros de la organización.
De acuerdo a las declaraciones del Observatorio de derechos indígenas KapéKapé, encabezado por su presidente Armando Obdola, no existen registros oficiales y la cifra está basada por contactos directos de las comunidades. “Son situaciones verificadas y comprobadas e inclusos hay denuncias de la utilización de fosas comunes para el entierro de las víctimas”, sentenció Obdola.
Son registros que maneja la organización, las cuales fueron anunciados a los medios de comunicación en rueda de prensa convocada el pasado sábado 28 de abril.
El deterioro de la salud en la zona indígena que se concreta en la escasez total de medicina, la falta de infraestructuras de ambulatorios y ante la ausencia de políticas preventivas en la región “agudiza las enfermedades endémicas en los waraos”, concluye.
En su balance, la Organización enfatiza los efectos del sarampión y la tosferina que atacan a las comunidades desde octubre de 2017 hasta los primeros cuatro meses de 2018.
Entre sus propuestas, el informe señala reformular y afianzar los proyectos de salud preventiva y educativa en las comunidades waraos con el fin de minimizar las enfermedades endémicas y epidémicas que afectan a la población. Además, controlar y erradicar las enfermedades mortales como el sida, sarampión, tuberculosis, entre otras; así como controlar las mafias de la minería ilegal y de la gasolina que impacta negativamente a las comunidades del Delta del Orinoco.
Publicado por El Pitazo
04/05/2018