Reporteros sin Fronteras denunció, este viernes, la grave situación que atraviesa en Venezuela la libertad de expresión, reflejada en los bloqueos sufridos por varios corresponsales extranjeros que no pudieron entrar en el país para cubrir ayer la marcha opositora contra Nicolás Maduro.
La corresponsal del vespertino francés «Le Monde», Marie-Eve Detoeuf, obligada a tomar un avión rumbo a Bogotá al considerar las autoridades que «no cumplía con las reglas migratorias», fue uno de los profesionales que intentaron sin éxito entrar en Venezuela para cubrir esa manifestación, explicó Reporteros.
El mismo argumento fue utilizado por las autoridades venezolanas con los informadores colombianos César Moreno, de «Radio Caracol», y Dora Glottman, de «Caracol TV», con los estadounidenses John Otis, de «NPR», y Tim Wyss, de «Miami Herald», y, un día antes, con los corresponsales de la cadena «Al-Yazira» Teresa Bo y Lagmi Chávez.
En un comunicado divulgado en París, la organización denunció igualmente que varios periodistas del canal de televisión «NTN24» «fueron intimidados y amenazados verbalmente por miembros de la Guardia Nacional Bolivariana».
RSF estimó que el deterioro de la libertad de expresión en Venezuela ha aumentado con el agravamiento de la crisis económica y social que atraviesa el país desde el inicio del año y dio «la voz de alarma» por considerar que estos episodios culminan una serie de acontecimientos inquietantes.
El último de ellos tuvo lugar el pasado 30 de agosto, cuando la sede de «El Nacional», uno de los principales diarios del país, fue atacada por encapuchados que lanzaron excrementos en llamas y cócteles molotov contra la fachada de su sede y dejaron un panfleto titulado «¿La marcha del 1S es el inicio del fin?».
Seis días antes, varios desconocidos dispararon treintena tiros contra las instalaciones del «Diario de Los Andes», en Valera (oeste de Venezuela), sin causar heridos» y el 20 de junio dos individuos lanzaron desde una moto una granada que no llegó a estallar contra el diario «El Aragüeño», en la ciudad de Maracay.
Estos son algunos de los ataques citados en la nota por RSF para subrayar que, «en este agitado periodo, más que nunca, el trabajo informativo es primordial» y recordar a las autoridades venezolanas que «deben hacer todo lo posible» para garantizar a los periodistas unas condiciones de trabajo aceptables.
Venezuela ocupa el lugar 139, entre 180 países, en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa publicada por RSF en 2016
FUENTE: EL DIARIO DE CARACAS
Vie, 02/09/2016