Un trabajo silencioso pero contundente es el que el que viene haciendo uno de los caudales más fuertes de San Cristóbal como lo es el Río Torbes, el que ha logrado socavar varios metros y deteriorar tres vías que están a punto de colapsar, ante la falta de atención.
Holiancar Contreras | La Prensa Táchira.
Según la información emitida por Jorge Higuera director de Protección Civil Táchira, son la avenida Antonio José de Sucre, las adyacencias de la Redoma de El Avión y la vía que conduce a Barrio El Río los puntos que han sido perjudicados por la fuerza de este caudal. «Frente al Sambil el río ha socavado más de quince metros del aérea de sobre ancho y la protección del margen izquierdo del Río Torbes, frente a la redoma de El Avión ha socavado como diez metros del lado izquierdo, y la vía que conduce hacia el Barrio El Río, el socavamiento es de unos veinte metros, ya se llevó parte de la carretera, la vía está quebrada, en una lluvia fuerte se puede ir ese tr mo de la carretera», especificó el funcionario.
Con respecto a este último punto, Higuera también hizo mención que en caso de que colapsara este camino, Barrio El Río puede quedarse incomunicado, pues no hay otra vía de acceso hacia el populoso sector de San Cristóbal.
La razón
El director de Protección civil explicó que la razón principal por la que este tipo de socavamientos se produce es por el choque del río con los márgenes o bordes, cuando ya ocurre de manera constante se empieza hacer este tipo de socavamientos y deterioros a los márgenes del caudal. Esto también se produce ante el aumento del mismo, cuando ocurren precipitaciones, «el río sale de su cauce y se recuesta a su margen derecho o izquierdo. Anteriormente en el caso de la avenida Antonio José de Sucre, la mitad de ella y del centro comercial era donde circulaba el Río Torbes, cuando construyeron la autopista todo eso era relleno y el río siempre busca su cauce normal, por eso que se produce ese socavamiento» dijo.
En el caso de la Redoma del Avión detalló que, «ahí se hicieron unos muros de contención hacia el lado derecho donde el río rebota y da justo con ese punto de la redoma. Ahí se nos presenta otra situación con el alcantarillado de aguas pluviales, colapsa mucho, se rebosa y el agua busca salir, ya los muros de protección se fueron y no queda una protección como tal» mencionó.
Dijo que una pronta solución podría ser construir muros de contención para que el agua del caudal no choque y no produzca socavamientos a las vías, también hizo mención sobre la falta de canalización que tiene el río, además de los altos niveles hídricos que logra alcanzar el cauce cuando llueve constantemente.
Mantenimiento
Por su parte Luis Chacón jefe de Gestión y Riesgo de Protección Civil, explicó que en el 2018 funcionarios de esta institución realizaron un estudio donde determinaron los niveles de socavamiento del río Torbes, el informe emite que estos tres puntos comenzaban a presentar serias fallas a causa del caudal, las cuales se fueron pronunciando con el pasar de los años, «estos puntos son altamente llamativos an te la socavación del río Torbes y el comportamiento hidráulico a sus ambas márgenes aguas abajo, esto amerita una obra hidráulica importante, sin embargo la obra más importante que se le debe hacer al río Torbes en cuanto al cauce, es un drenaje para que así se pueda tener control en el comportamiento de las aguas» manifestó Chacón.
«Por el trayecto que tiene el río sus aguas deben ser frenadas, para llevar un mejor comportamiento de las aguas de ambas márgenes. Hay descargas que son inducidas, las cuales son las aguas residuales y fluviales que caen al río y que también son aportantes. En el Torbes hay aportes de quebradas de Táriba y Cordero que vienen cayendo al cauce del Río Torbes, toda esta fuerza del agua contribuye a los socavamientos en las vías» dijo.
El funcionario destacó que hay bolsacreto que cumplían la función de muros de contención que protegían estas vías, las cuales ya tienen más de veinticinco años de haber sido puestas allí, por lo tanto ya dieron su vida útil, y no protegen de las variaciones que presenta el cauce, «esas obras hay que restituirlas, el mantenimiento que se necesita amerita mucho tiempo, pero se debe hacer para que no continúe produciéndose el daño».
Destacó que las rocas de gran tamaño, árboles y demás objetos que sean grandes y que son arrastrados por el Torbes también socavan, pues a su paso chocan con estos puntos críticos y profundizan el deterioro de la vialidad, además que estos objetos hacen que las aguas varíen y fluyan con mayor fuerza, «entre más tiempo se deje pasar es tas fallas, la solución será más grande y de mayor inversión» dijo.
«Al río hay que hacerle como una especie de policías acostados, de modo que el agua se frene y actué mansamente, pero esas obras son hidráulicas y son para poder direccionar el río y las mismas deben durar larga data» agregó.
Chacón hizo énfasis en que las lluvias atípicas que se han registrado en Táchira desde el 2019 han arrastrado a su paso gran cantidad de material vegetal y han cambiado el comportamiento del agua en los últimos años, «es por eso que se necesita un drenaje para sacar todo ese tipo de material, para que el río no tenga tantas variantes, y no choque con los bordes, de esa manera ya no socavará más» finalizó.
El Drenaje es necesario
El ingeniero Norman Peñaloza explicó que el dragar el río es un trabajo de limpieza de escombros y materiales ajenos al ecosistema y que están en el río, «es una canalización que necesita maquinaria pesada, que despeja toda el área de sedimento y lo que está obstaculizando el cauce del río, y que genera meandros o islas como la que hay en la avenida Antonio José de Sucre». A través de esta limpieza el río tomaría otra ruta donde no chocaría con los bordes ni socavaría las vías principales.
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Con información de La Prensa de Táchira