Comprar prendas de vestir nuevas está prácticamente descartado para los larenses este año. La opción más económica tampoco será comprar telas y mandar a confeccionar algún traje, sino tomar aquellas rezagadas en el closet y repararlas para lucir diferentes en las fechas decembrinas.
Hacer a un lado la tradición de los estrenos no es la solución al alto costo de la vida en el país, hasta el año pasado se tenía la oportunidad de mandar a confeccionar nuevas prendas, pero en esta oportunidad la crisis se incentivó impidiendo abarrotar nuevamente los talleres de las costureras.
En el estado Lara, la mano de obra para hacer un traje cuesta cerca de 45 mil bolívares, informó La Prensa de Lara. Mientras que confeccionar una camisa manga corta puede tener un precio de 15 mil bolívares, sin contar el gasto por la tela y otros implementos que debe buscar el mismo cliente, porque a las trabajadoras no les da tiempo de ocuparse en comprar la tela que posiblemente no sea del agrado del cliente, detalló la costurera María Sánchez.
La calidad en el producto también es difícil de conseguir en Barquisimeto, explicó el sastre Jonathan Rodríguez, al indicar que prefiere viajar a Caracas para lograr mejores telas.
Entre los pedidos más frecuentes que reciben en los talleres de costura es la reducción de tallas, especialmente de pantalones, este hecho lo atribuyen a la pérdida de peso que experimentan la mayoría de los venezolanos como consecuencia de la crisis económica.
La cantidad de ropa que llevan para este fin es numerosa, por eso algunas han decidido aceptar un máximo de tres piezas por clientes, como es el caso de la costurera Fany Suárez, quien señaló que “quieren dejar un montón de ropa aquí y esto no es depósito”.
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— CaraotaDigital (@CaraotaDigital) 18 de noviembre de 2016
FUENTE: CARAOTA DIGITAL
2016-11-17