Mediante un comunicado dirigido a la opinión los sacerdotes de la Arquidiócesis de Mérida no solo le dieron un espaldarazo al Cardenal Baltazar Porras, presidente de Cáritas Venezuela, y al obispo auxiliar Luis Enrique Rojas, sino que también denuncian la ola de atropellos a los cuales se han visto sometidos por parte de funcionarios de la GNB al momento de intentar hacer llegar ayuda humanitaria a los afectados por las lluvias.

Radio Fe y Alegría Noticias 

Los presbíteros señalan en concreto que «no es este un momento para abusar de una población que viene sufriendo por la situación actual y que aún más lo hace por la tragedia natural. Es esta ocasión para unir mancomunadamente todas las fuerzas, dando una mano amiga a un pueblo que nos necesita».

Por otro lado, aseveran que «el Evangelio nos pide denunciar también la injusticia, y como sacerdotes, nuestro deber es acompañar a la gente y ayudarla en todo momento, especialmente en situaciones difíciles, pese a las dificultades que se puedan presentar. Basta ya de tantos atropellos contra el pueblo. Dar la espalda es de cobardes y no de valientes. Esto es un gobierno a espaldas de pueblo».

De igual modo reafirmaron que continuarán trabajando y enviando todas las ayudas necesarias en momentos de tragedia desde las parroquias y por medio de las Cáritas parroquiales.

Desde el Táchira también se pronuncian
Por su parte, el Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Mario Moronta, también fijó posición sobre estos últimos acontecimientos, y se solidarizó con sus hermanos de Mérida.

También en un documento que redactó y puso en un audio, Moronta señala que «nos identificamos con el Obispo Auxiliar, los Sacerdotes, personal de Caritas de Mérida y otros lugares, así como de instituciones que están acompañando y brindando apoyo, cercanía y ayuda a quienes están sufriendo».

En este tenor reprochó «cómo personal de la Guardia Nacional Bolivariana está entorpeciendo la labor humanitaria y de caridad social que se está realizando con los pobladores del Valle de Mocotíes».

Fue más contundente cuando manifestó que «nos ha llamado poderosamente la atención cómo funcionarios de la GNB intentaron evitar que se pudiera recibir ayuda que estaba destinada a los damnificados y que había sido llevada por el Obispo Auxiliar y personal de Cáritas y de otras Instituciones. No es un secreto que, desde el pasado viernes, en así denominados puntos de control, sobre todo en La Victoria, antes de llegar a Tovar, funcionarios de la GNB prohíben el paso de la ayuda humanitaria que llega desde Mérida y otras Diócesis del país. La forma como fue tratado el Obispo Auxiliar desdice de la educación que pudieran haber recibido alguna vez dichos funcionarios».

A estos hechos que se han venido presentando desde el día viernes 27 de agosto en localidades cercanas a los pueblos del Valle Mocotíes los calificó de bochornosos y lamentables.

El Obispo tachirense aseveró que lo visto en estas situaciones «es reflejo de una situación que se ha hecho costumbre en todas las alcabalas y puntos de control en cada rincón del país y en todas sus carreteras. Frente a esa actitud, la indefensión de la gente es total. ¿Será que alguna vez se acabará esa mala praxis? ¿Dónde están la ética y principios morales que dicen recibir en los Institutos de formación? Más aún, ¿dónde queda el juramento de defender al pueblo y sus derechos que hacen ante la Bandera y la Constitución Nacional? El clamor de mucha gente es ¡Basta, hasta cuándo!».

También se preguntó ¿por qué aumentan el sufrimiento y la desesperanza de un pueblo golpeado por una tragedia, atendiendo a supuestas órdenes superiores divorciadas del bien común del pueblo?

Finalmente, Moronta hizo un llamado a los «Sacerdotes, Religiosas, Laicos de nuestra Diócesis y personas de buena voluntad hacer sentir su voz de protesta ante los atropellos que se están dando en contra no sólo del Obispo Auxiliar de Mérida, los Sacerdotes y miembros de la Caritas Arquidiocesana sino, sobre todo, a tantos hombres y mujeres de esa hermosa región que está pasando por una dura situación».

A los capellanes militares de su Diócesis les invitó a forjar valores humanos en los funcionarios a través de charlas, cursos y talleres.

Con información de Radio Fe y Alegría Noticias

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