La hiperinflación ha sumido en la pobreza a millones de venezolanos. Maduro triplicó recientemente el salario mínimo, hasta los tres millones de bolívares, equivalentes a menos de un dólar al mes. Con el complemento para alimentación, el salario mínimo sube a 5,2 millones, pero sigue siendo mísero, poco más de un euro al mes. Prácticamente no da para comprar comida, pero sí gasolina en abundancia pues el litro cuesta solo 6 bolívares. Con un salario mínimo no da para comprar una lata de atún, pero sí cientos de miles de litros de combustible.
Con información de El País.