El dinero de un mes de trabajo no alcanza para comprar un kilo de bistec de cerdo. Tampoco un lomo de cerdo. Ambos cuestan 19.995 bolívares soberanos en los supermercados. El ajuste salarial del pasado 14 de enero se evapora en medio de un proceso hiperinflacionario.
Un empleado que gane sueldo mínimo en Venezuela prácticamente tendría que renunciar a comer cochino. El kilo de jamón de pierna dobla el salario, pues su precio alcanza los 37.617,50 bolívares soberanos.
Frente a la escasez de proteínas como pollo, carne, huevos, y los altos precios de las que pocas que se consiguen, muchos alimentos podrían pasar a ser accesorios para una persona que gane 18 mil bolívares mensuales.
El jamón de pavo bien podría pasar a ser prescindible en la dieta. Un kilo de este cuesta 39.110 bolívares soberanos. Todo lo que no sea estrictamente necesario para vivir, pasa a un segundo plano, explicó el pasado 16 de enero María Carolina Uzcátegui, presidenta de Consecomercio.
“¿Cinco mil bolos?”, preguntó una señora y lo devolvió. El litro de aceite, que escaseaba desde el 7 de diciembre, volvió a Bs. S 4.995 este 18 de enero. En poco más de un mes su valor aumentó más de seis veces, ya que la última vez se ofertaba a Bs. 770.
Durante el recorrido semanal que realiza Efecto Cocuyo por abastos y supermercados, también se constataron algunos productos que los comercios no acostumbran ofrecer en los anaqueles.
Además del aceite de cocina, reapareció el jabón en polvo. Después de un mes, pasó de Bs. S 1.883 a Bs. S 6.990 el kilo. Aumentó 271,22 % desde el 17 de diciembre de 2018. No había jabón en panela ni café, y la pasta aumentó.
El 15 de enero costaba Bs. S 4.990 el kilo de pasta, y tres días después el precio se desplazó a Bs. S 7.390. Incrementó 48,10 % en 72 horas.
Si una persona quisiera comprar un kilo de jabón en polvo, un litro de aceite y un kilo de pasta necesitaría, al menos, 19,375 bolívares soberanos.
Con información de Efecto Cocuyo