Hace años San Antonio del Táchira vivió momentos de bonanza, fueron años donde sectores como la marroquinera, el plástico, textil entre otros; mantuvieron estabilidad económica, sin embargo la actual crisis económica y la depreciación de la moneda nacional vienen sometiendo con mayor fuerza a los comerciantes en medio de la pandemia y la falta de oportunidades de trabajo
De ser considerada una de las fronteras más vivas de Suramérica ahora es una de las más deprimidas, todo por las políticas que desde el gobierno central se han aplicado durante años, en ese permanente conflicto político con el vecino país, lo que ha causado pérdidas incalculables en el sector comercio e industrial.
En una entrevista a Isabel Castillo, presidenta de la Cámara de Comercio del municipio Bolívar, manifestó lo que a su juicio tiene en jaque al sector comercio.
Dijo que desde el cierre de los establecimientos comerciales, en aplicación a la cuarentena radical iniciada el mes de marzo, más la preocupante crisis económica que ya venía haciendo mella desde años atrás, han hecho prácticamente desaparecer al sector al punto que solo se observa una ciudad desolada.
«Más que preocupante es delicada la situación que vivimos en estos ocho meses de pandemia, con empresas totalmente paralizadas, cerradas, por esta situación tan agobiante». Manifestó la líder gremial.
Explicó Castillo, que las cifras del sector industrial dan cuenta del estado de depreciación del sector empresarial. «Ya del parque industrial que había en el municipio Bolívar, apenas estaba operativo un 5 %, comprenderá entonces como está la situación».
En cuanto al sector comercial, dice que el 92% de establecimientos han cerrado, mientras el restante 8% están en estado de sobrevivencia, porque es atendido por sus propietarios y sus familiares, ya que la fuerza laboral prácticamente desapareció.
Y al recorrer parte del casco central de San Antonio, es un día hábil de trabajo como el jueves, en una semana de aparente flexibilización, es fácil determinar el nivel de parálisis en que vive el comercio.
En los alrededores del Centro Cívico, una de las zonas que otrora tiempo era de las más boyantes, con negocios de todo tipo, a lo sumo habían dos negocios abiertos, un sitio de ventas de desayunos y una papelería y librería.
Ni mano de obra ni bolívares
«En este municipio hay un 95% por ciento de ausencia laboral. La poca mano de obra está operando en la economía informal, como mototaxistas o en las trochas». Dice Castillo.
Ante la facilidad de tener a un lado la ciudad de Cúcuta, los jóvenes prefirieron emigrar. Las personas con oficios calificados en sectores como construcción, electricidad, carpintería, marroquinería también marcharon y laboran en Colombia donde obtienen mejores dividendos que laborando bajo la deprimida economía venezolana.
Para la dirigente del sector comercial, la situación se agravó desde hace cinco años. Entre los elementos que más afectan la situación de muchos comerciantes la nula accesibilidad a dólares para la adquisición de materia prima..
«Aquí en el municipio desapareció totalmente el bolívar, todas las transacciones comerciales se realizan en pesos. Pedimos al gobierno nacional una reconsideración de las medidas que se vienen aplicando para esta zona del país, hay que establecer mecanismos para reactivar la economía en la frontera, que se extiendan los horarios laborales y se eliminan las restricciones de movilidad». Agrega Isabel Castillo.
Son ya nueve meses, tiempo que llevan viviendo en un permanente parto, los pobladores de San Antonio, con un sector comercio que requiere que haya transitabilidad y se levante el «toque de queda» para que la gente puede llegar a esta población a realizar sus intercambios comerciales, se generen fuentes de empleo y fluya la prosperidad para todos.
Con información de La Prensa del Tachira