La gente lleva las sardinas en el Metro, en los autobuses o en las calles. De vez en cuando pega el olor y se ven las bolsitas donde van los peces minúsculos, pero de alto valor nutricional. La sardina se ha vuelto un bocado valioso en la mesa de los venezolanos, sin embargo, es un recurso debilitado por el ritmo actual en el que se extrae.

Investigadores alertaron a las autoridades del colapso que puede experimentar la sardina, pero hasta ahora no ha habido atención al problema que agravaría aún más la débil alimentación que mantienen los venezolanos. Además, amenaza el ecosistema de esta especie marina. El oceanógrafo y biólogo pesquero, Juan José Cárdenas, explica en entrevista a Crónica.Uno que la sardina tiene dos puntos medulares: nutricional y ecológico. “Por el lado alimentario al ser barato hay más demanda sobre ese recurso, pero medido desde el punto de vista ecológico estamos haciendo presión en un recurso debilitado y lo podemos llevar a un nivel de colapso. En el futuro en lugar de pescar 150.000 toneladas anuales, caeríamos a niveles de cero, si seguimos pescando al ritmo actual”.

Sostiene que Venezuela está en vías de vivir ese colapso en un rubro de alto valor nutricional para la población. “Estamos transitando la ruta del colapso del recurso sardineo. La única forma es que no ejerzamos tanta presión pesquera. Una propuesta que hemos hecho es importar para bajarle la presión a la sardina venezolana”, advierte.

En los últimos 20 años la oferta per cápita del sector pasó de 18 kilos a 8 kilos, lo que representa una disminución de 55,5 %. Las cifras fueron reveladas por el oceanógrafo y director de la Fundación Caribe Sur, José Ramón Delgado, en el foro Perspectivas Agroalimentarias en Venezuela

La producción de sardina cayó 62,35 % en los últimos 20 años, al pasar de unas 170.000 toneladas métricas (TM) a 64.000 TM. Las cifras disponibles llegan hasta 2015, cuando el Ministerio de Pesca le reportó a la FAO. Los últimos años el Gobierno dejó de ofrecer información de varios indicadores económicos y sociales. Según los expertos, una de las causas en la caída de la producción de sardina obedece al cambio climático. “No tomamos ninguna medida administrativa y llegamos a este valor tan pequeño de 64.000 toneladas”.

En 2015 la producción de sardina se ubicó en 64.000 toneladas, sin embargo, al año siguiente las autoridades reportaron una recuperación al producir 123.000 toneladas. “Esto es totalmente falso”, afirma Cárdenas, en ese sentido, sostiene que las cifras que entregó el Ministerio de Pesca a la FAO no tienen ninguna explicación lógica. «Es imposible en un año pasar de 64.000 a 120.000 toneladas” mantiene.

Cárdenas relata que cada vez que las autoridades hacen un reporte de las ferias de pescado toma los datos y hace una totalización. “Me da una producción pesquera de 150.000 toneladas anuales, eso es mucho menos de la mitad de lo que nosotros producíamos”, dice con relación a las 500.000 toneladas que el país llegó a producir en su mejor época, hasta el año 2004.

Con información de Crónica Uno

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