El sector agrícola venezolano ha registrado una caída sostenida en los últimos 11 años, lo que evidencia el desabastecimiento progresivo de productos agroalimentarios, afectando cada día más la mesa de los venezolanos.

Entre el 2008 y el 2017, la producción de maíz cayó en –65%; arroz, -68%; sorgo, -95%; caña de azúcar, – 62%; café, – 70%; papa, -88%; tomate, -53%; cebolla, 77%; pimentón, -69% y naranjas, – 41%, de acuerdo a cifras ofrecidas por el presidente de Fedeagro, Aquiles Hopkins.

En cuanto a insumos necesarios para estimular la producción agrícola, se indica que en materia de semillas para maíz solo hay un 50% de la demanda; en arroz, apenas un 30% y en cuanto a hortalizas solo hay un 5% de semillas. En materia de fertilizantes solamente para maíz hay un tercio que alcanza para unas 350.000 hectáreas.

Además de la escasez, los costos de los insumos que pueden conseguirse han aumentado vertiginosamente, por ejmemplo, 630% de aumento para los fungicidas, hasta 37.400% para el saco de semillas de maíz, pasando por 29.700% para el saco de úrea, entre otros. Motivado a estas dificultades que enfrenta el sector agrícola, se estima que los pronósticos en cuanto a la cosecha para el 2018, sean desalentadores, para cada rubro alimenticio.

Aquiles Hopkin señaló que la escasez y el desabastecimiento solamente se van a revertir con la recuperación de la producción nacional, advirtiendo que estamos en presencia de un problema de producción, no de distribución. Insistió que entre las posibles soluciones esta la implementación de políticas económicas correctivas, como la democratización de los pocos insumos que quedan, devolverle al sector privado los espacios que en algún momento ocuparon en cuanto a ser proveedores de insumos, y aplicar un convenio cambiario urgente para atender las necesidades del sector agrícola y apoyar la producción nacional.

Con información de El Impulso

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