Las tarifas de la Hidrológica del estado Lara (Hidrolara) y el Instituto Municipal de Aseo Urbano y Domiciliario de Barquisimeto (Imaubar) incrementaron hasta 1.000 % para clientes jurídicos en junio.

Señalan que la prestación de servicios es precaria. El suministro de agua es casi nulo en parte de los sectores y la recolección de desechos se reduce a las vías principales.

El metro cúbico de consumo de Hidrolara subió de Bs. 110 a Bs. 1.200 mensuales, el aumento es de 1.052 %.

“Hicimos una revisión de los precios del agua y se autorizó un aumento”, confirmó la gobernadora Carmen Meléndez.

El presidente de la Cámara de Comercio del estado Lara, Pablo Chirinos, indicó que una empresa de la Zona Industrial pasó de cancelar Bs. 10.000 a Bs. 1.000.000 a la hidrológica.

“Esa empresa gasta ocho millones de bolívares mensuales en camiones cisternas. No nos negamos a pagarlo, pero el servicio prácticamente no llega a nuestros afiliados. Si ese es el verdadero valor del servicio, el suministro debería ser constante y no intermitente”, declaró.

En una fábrica de sellos que solo tiene agua por tuberías una vez por semana, Hidrolara cobró Bs. 15.000 en mayo y Bs. 115.900 en junio. “La semana pasada llegó el recibo y no hubo agua ningún día”, acotó Minerva Bravo.

Taquillas cerradas y facturación limitada

Bravo denunció que las taquillas de Hidrolara en el centro y este de Barquisimeto están inhabilitadas por falta de línea y ha intentado saldar la deuda de junio en cinco oportunidades sin éxito. Después de varias horas perdidas, el personal anunció que solo funciona la oficina central, en el sector Caja de Agua, para los clientes de los municipios Iribarren y Palavecino.

Mientras que las facturas con nuevas tarifas de Hidrolara llegan a un porcentaje de los establecimientos de Barquisimeto, los encargados de una venta de repuestos y una lunchería afirmaron que desde hace más de un año no les envían recibos a los establecimientos.

Desconocen el monto a pagar por el suministro de agua en junio porque las taquillas de Hidrolara más cercanas están cerradas.

Según la Cámara de Comercio, después de los apagones hay negocios, especialmente del sector alimentos, que operan al 20 % de su capacidad.

La energía eléctrica no es segura ni constante, por lo tanto hay temor de tener suficiente inventario. Tenemos restaurantes que tienen dificultades para conseguir gas y a esto le sumamos que hay retraso y ausentismo laboral por las colas de gasolina y las limitaciones de transporte”, concluyó el titular de esa organización.

Con información de El Pitazo

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