Crisis ha impactado negativamente programas habitacionales del Ejecutivo regional
“Tengo más de un año sin terminar el balcón de mi casa. Cada vez que llamo a las ferreterías para saber cuándo llegará el cemento o las cabillas, además de pedir presupuesto, lo que me dicen es que el presupuesto no me lo pueden dar, ya que cada vez que llega el material viene a precio nuevo”, afirmó Valeria Montilla, una ama de casa de Los Teques, quien lleva 3 años intentando culminar su vivienda.
Así como ella, miles de venezolanos ven frustrada la aspiración de tener una vivienda propia, por la mínima oferta de conjuntos residenciales en construcción, los altos costos del mercado debido a la inflación y una escasez de materiales que amenaza con paralizar por completo ese importante sector del país.
El presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción, Juan Andrés Sosa, afirmó que producto de la paralización del 90% de ese sector, se han perdido más de 1 millón de empleos, advirtiendo que si sigue la caída, a mediados del segundo trimestre del año podría ocurrir una inactividad total en ese sector.
“Esto se debe a tres factores fundamentales: el primero es que tenemos problemas de insumos. Sidor está produciendo a menos de 6% de su capacidad instalada y las cementeras por debajo del 40%. También nos afecta el financiamiento de la banca, pues está descapitalizada. Y además, el poder adquisitivo de la población, dado que en la actualidad la inmensa mayoría de las personas solo tiene recursos para adquirir alimentos y no una vivienda”, dijo.
Una vez concretada la expropiación de Cemex, y luego de la adquisición mayoritaria de Holcim y Lafarge, el Estado venezolano pasó a controlar desde 2008, el 98 por ciento de la industria cementera nacional.Dicha medida no logró reducir el déficit de viviendas en Venezuela que sigue siendo de cerca 2 millones de unidades.
Jaqueline Da Silva, encargada de un establecimiento dedicado a la compra y venta de materiales de construcción, aseguró que la escasez de materiales primarios, como el cemento y las cabillas ha sido constante durante los últimos años en los comercios ferreteros.
Detalló además que la mayoría de los negocios han cambiado la estrategia de ventas por la escasez de estos productos y ahora prefieren fabricar bloques por tener mayor salida y generar más ganancias.
“Sin cemento y cabillas, los comercios van directo a una quiebra segura, ya que son productos regulados y de poco acceso. Yo dejé de vender cemento hace tres años. Anteriormente un saco de cemento se vendía entre los 300 y 500 bolívares, ahora se consigue en 8 mil 500 bolívares. Las cabillas de 3/8 y 1/2 antes costaban 200 y 500 bolívares ahora están en entre los 4 mil 900 y 6 mil 900, respectivamente”, detalló.
Planes sociales afectados
La grave situación del mercado ha impactado negativamente en las ayudas en materia habitacional otorgadas por el Gobierno regional. La presidenta de Vivienda Miranda, Rebeca Velasco, informó que durante 2016, a través del Plan Mi Vivienda se entregaron 2 mil 396 Certificados Mirandinos de Materiales de Construcción Sin Deuda en sus diversas modalidades, beneficiando a cinco mil 610 personas, cuando en años anteriores el número de beneficiados era mucho mayor.
Dijo que la galopante inflación y la escasez de insumos ha puesto cuesta arriba la entrega de estas ayudas que han servido para que 624 mil 801 familias hayan cambiado su realidad habitacional a través de la autoconstrucción.
“Desde 2009 hasta 2016, el precio de los materiales para edificar una vivienda básica se ha incrementado de manera exponencial. Planificar el presupuesto para construir una vivienda en un país en el cual hay inestabilidad económica, cuesta mucho. Pero a pesar de eso, en Miranda seguimos trabajando y apoyando a aquellas familias que requieren de atención habitacional urgente”.
Recordó que hasta ahora se han otorgado 55 mil 466 Certificados Mirandinos de Materiales de Construcción Sin Deuda, que han sido canjeado en una red de ferreterías afiliadas al programa, para la reparación, ampliación o construcción de viviendas.
Fuente: Prensa Miranda / Aruanai Lecuna
Infografía: Marian Matos
Fecha: 20 de marzo de 2017