Sólo dos construcciones inmobiliarias en Lara se mantienen activas en la actualidad. Un edificio ubicado en la avenida Bracamonte con avenida Venezuela y la quinta etapa de la urbanización Colinas del Viento, ambas al este de Barquisimeto. Según informó Marco Asuaje, presidente de la Cámara Inmobiliaria regional, estas construcciones iniciaron hace 10 años, fueron los últimos proyectos de gran envergadura que financió el sector privado, pero estuvieron paralizadas por la fuerte contracción económica que sufrió Venezuela en donde su Producto Interno Bruto (PIB) se contrajo 75% desde que llegó Nicolás Maduro al poder.

Ana Uzcátegui | La Prensa de Lara

«Desde el 2021 se están intentando culminar estas obras en medio de las dificultades por fallas en servicios, como electricidad y agua. La construcción en Venezuela se frenó hace 10 años por la falta de financiamiento, nadie se va a meter en este negocio si la gente no tiene acceso a créditos bancarios. El sector sobrevive por la gran cantidad de viviendas que se están vendiendo por el éxodo de venezolanos y algunas remodelaciones a locales comerciales y alquileres con leve aumento este año», señaló Asuaje. Precisó que el sector se mantiene paralizado en un 95%.

Ronald Arias, presidente de la Cámara de la Construcción en Lara, apuntó que aunque el presidente Nicolás Maduro haya informado en diciembre que la economía del país creció 4%, para el sector no ha habido ningún tipo de mejora.

«Según la Cepal, los países de América Latina deberían invertir el equivalente al 6% de su PIB en obras de infraestructura, cifra que jamás hemos alcanzado. Y si a eso le agregamos que el tamaño de la economía venezolana se ha reducido tres cuartas partes, que el deterioro de los servicios públicos y demás obras de infraestructura se ha acentuado, que se requieren inversiones importantes, recursos que no tiene el Estado por la caída de la producción petrolera. Esto obliga a las autoridades a buscar alternativas de financiamiento», comentó.

Para que se reactive la construcción en Venezuela no sólo se requiere de una amplia cartera de créditos, que el encaje legal sea del 10% y no del 73% como lo ha fijado el Banco Central de Venezuela (BCV). También es necesario recuperar el sistema eléctrico nacional reactivando las plantas termoeléctricas, que además se cuente con servicio de agua y empresas como Venezolana de Cementos (Vencemos) y la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) vuelvan a producir.

Arias informó que por el alto costo de la vida, actualmente el metro cuadrado de construcción convencional en Lara está en 600 dólares, 65% más económico que en países como Panamá. Pero este precio no resulta rentable, cuando en el mercado secundario el metro cuadrado de casas que datan de más de 30 años del este y Palavecino oscilan entre 250 y 350 dólares, según el sector.

«En todo el estado se estima que la masa laboral activa en el sector no llega a 1500 trabajadores. Las alcaldías y la gobernación tienen pocos recursos para inversión, sólo destinan presupuesto para mantenimientos menores, como bacheo. Casos emblemáticos como la escasez de agua en Barquisimeto se están dando porque la demanda de la población sobrepasó la oferta del Sistema Alto Tocuyo. Pero ninguna autoridad responde por la culminación del Sistema Hidráulico Yacambú-Quíbor ni la represa Dos Bocas. Lo mismo sucede con Carora, con grandes embalses, pero sin tratamiento para estas aguas y problemas graves en la aducción existente», puntualizó Arias.

Con información de La Prensa de Lara

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