El impacto que está teniendo la cuarentena social en la economía del país tiene con la soga al cuello al sector empresarial para seguir cumpliendo con el pago de salarios e impuestos fiscales en medio de la emergencia del coronavirus.

Desde la Cámara de Industriales de Lara alertan que el 80% de las empresas sólo tendrá capacidad para saldar compromisos contractuales y legales hasta el 30 de mayo. El 20% restante ya está trastabillando para el pago de la quincena. Cancelar menos de lo acordado o apegarse al salario mínimo integral de 450 mil bolívares al mes, son las medidas de emergencia que algunas aplican para seguir a flote.

Tras monitorear un universo de 150 industrias afiliadas a la cámara (del total que hay en la región que son 260), la institución gremial determinó que 68% mantiene un cierre temporal por tener restringida la posibilidad de laborar al no pertenecer a sectores priorizados por el gobierno durante el confinamiento. El 32% restante integra al sector alimentación, farmacéutico y servicios, y aunque están activas lo hacen con el mínimo de su personal (entre 5 y 7 trabajadores) y a menos del 50% de su capacidad instalada, por no tener combustible.

«Estamos en una encrucijada, ya los estados están mostrando los primeros síntomas de escasez de productos de primera necesidad, pero no es por consecuencia del coronavirus, es por el racionamiento severo de combustible que aplica el gobierno», sostiene Mohamed Hussein, presidente de la Cámara de Industriales de la entidad.

Argumenta que ha sido cuesta arriba que las empresas garanticen el transporte de personal y de distribución de productos, y alega que el panorama es desolador, porque las proyecciones apuntan a que la paralización económica del país podría prolongarse por varios meses, ya que el gobierno no ha mostrado síntomas de tener capacidad de resolver la escasez de gasolina.

Agotan recursos

El 85% de las empresas de Lara están aguantando en medio del caos, cumpliendo con el salario acordado con sus trabajadores, aun estando cerradas. Según afirma Hussein, en la mayoría de los casos pagan muy por encima del salario mínimo. Son las pequeñas y medianas empresas las que ya se asemejan a un paciente crónico en unidad de cuidados intensivos.

«Las que dependen de las ventas diarias, y aquellas que tienen un número reducidos de empleados son las que están aplicando medidas de cancelar el 50% del salario acordado o que ya no tienen ninguna capacidad de saldar la nómina», señala. Esos casos representan el 4,5% de las industrias del estado.

«Las empresas están subsistiendo por el capital que les queda. Del flujo de caja ya agotaron todos los recursos que destinan las organizaciones para el pago de salarios y ahora están sacando del dinero que deberían destinar a la compra de materia prima. Por eso, cuando todo esto pase, serán muy pocas las que tendrán capacidad de reaccionar rápido para normalizar sus operaciones», alertó.

Con informacion de La Prensa de Lara

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