Sin calidad de vida salen adelante los tachirenses, pues no hay servicio garantizado ni siquiera por 12 horas continuas.Y es que la falta de todos los servicios públicos, que colapsan progresivamente, afecta en demasía a quienes viven en la entidad regional. No importa si viven en la capital del estado, la frontera, la zona de montaña o cualquier otro municipio. Todos sufren, pues la lucha diaria es interminable.
Gasolina
Los andinos tuvieron un alivio en enero cuando, a propósito de la Feria Internacional de San Sebastián, el suministro de gasolina fue regular, por lo que las colas eran mínimas. Sin embargo, a la fecha, ya se registran nuevamente colas interminables en las estaciones de servicio, en las que los usuarios deben esperar muchas horas por la llegada de las gandolas con combustible.
Pese a que el Gabinete del Combustible publica a diario el reporte de las estaciones de servicio que recibirán gasolina y gasoil, a muchas de estas no llega la cisterna, y quienes están en cola pierden el día en dichas bombas.
Estudios realizados por economistas de la entidad, como Aldo Contreras, indican que hay un déficit que superaría los 2 millones de litros de gasolina diarios y que aunado a la gratuidad de la misma la convierten en una mercancía atractiva para las mafias dedicadas al contrabando de combustible.
Electricidad
Otro de los pesares de los andinos es la electricidad. No menos de cinco cortes diarios se registran en los diferentes sectores. Apagones generalizados, fluctuaciones en el servicio y demás son el pan diario de quienes viven de este lado de la geografía nacional.
Tras el primer apagón nacional en marzo del año pasado, los cortes en la energía eléctrica se acentuaron, aunque en el estado se encuentra la hidroeléctrica Uribante-Caparo inaugurada en 1987 y cuya generación superaría los 5000 millones de kilovatios anuales. Allí fue cuando los tachirenses se dieron cuenta de que estas instalaciones no se encuentran operativas, por lo menos como el Estado indica, pues, de ser así, la región no se hubiera quedado a oscuras.
En 2017, la organización Transparencia Venezuela informó que los andinos denunciaban la inoperatividad de la hidroeléctrica desde 2015, fecha en la que se habría puesto en funcionamiento un nuevo generador, al mismo tiempo que se le asignaron más recursos, pero pese a ello no se generaba ni una chispa en esas turbinas.
Los fines de semana son los días que hay más cortes eléctricos. El sábado pasado, los tachirenses tuvieron poco menos de cinco horas de energía, pues los cortes, bajones y apagones se unieron y no dieron tregua.
Agua
Esta semana, la estatal de aguas en el estado, Hidrosuroeste, publicó un cronograma de racionamiento más severo. Por períodos de 24 horas será suspendido el servicio en diversos municipios, según el grupo al cual pertenezcan.
A través de su cuenta en Twitter, la institución gubernamental anunció ese cronograma. Sin embargo, desde el sábado pasado, casi toda San Cristóbal se encontraba seca, pues no había suministro de agua potable. El domingo, en horas de la tarde, fue cuando empezó a llegar en algunas zonas.
Este cronograma fue anunciado “ante la entrada del período de sequía, nuestras fuentes ubicadas en los municipios Sucre y Francisco de Miranda, así como los acueductos independientes, se han visto seriamente afectados por la merma en sus caudales”, reseñó Hidrosuroeste.
Sin embargo, municipios como Michelena se encuentran si agua desde hace unos 15 días, y solo a través de cisternas es que pueden acceder al servicio.
Vale acotar que, de acuerdo con un estudio realizado por el Observatorio Venezolano de los Servicios Públicos, San Cristóbal es la ciudad con mejor acceso a fuentes hídricas.
Con información de Crónica Uno