En febrero de 2016, el Ministerio de Salud publicó en su página oficial los boletines epidemiológicos faltantes del año 2014 -luego de que en noviembre de 2015 se interrumpiera su difusión- y junto a estos presentó la información de 2015, pero además de estar a destiempo también fue incompleta, sólo hasta la primera semana de julio de ese año.

Desde entonces el silencio epidemiológico volvió a establecerse

Los especialistas en la materia habían estado recibiendo información de la recopilación de los boletines Epi 12 -los datos utilizados para la formulación del boletín oficial- y así hacerse una idea sobre cuál era la situación en el país, por lo menos en el caso de las enfermedades vectoriales como la malaria y el dengue. Sin embargo, desde hace aproximadamente 10 semanas la opacidad se reforzó y aumentó la dificultad para la obtención de las cifras.

Lo que no es de ninguna duda para los especialistas es que la epidemia que se vive en Venezuela en cuanto a paludismo es la más grande que se ha generado en el país.

Evaluación

El exdiputado y exmiembro de la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional, Bernardo Guerra, explicó que el boletín es la herramienta para hacer una evaluación de las enfermedades, incidencia y mortalidad en los diferentes estados, regiones y municipios. «Esa es la manera más efectiva de establecer el control y las políticas sanitarias, para hacer prevención y cubrir -desde el punto de vista logístico- la dotación de insumos, medicamentos y demás equipamientos», destacó el médico agregando que esta información permite además conocer si las políticas que se están instaurando desde el órgano rector son eficientes o no.

Guerra reiteró que este boletín debe ser de conocimiento público como lo establece la constitución o por lo menos de libre acceso para las sociedades médicas, universidades y galenos en general.

El especialista en el área de la salud consideró que es una irresponsabilidad por parte del ministerio, ya que ha dejado de cumplir -por intereses ajenos- a lo que es el interés de la comunidad, del ciudadano común.

Sin herramientas

 

Moraima Hernández, infectóloga y presidenta de la Sociedad Médica de la Maternidad Concepción Palacios, indicó que la única razón por la que el Ministerio de Salud no publica el boletín es porque no tiene interés de que se conozca la realidad epidemiológica del país.

«Todo el que tiene noción en salud pública sabe que no publicarlo es sumamente grave porque no se tienen las herramientas para accionar sobre el repunte o no de las enfermedades», compartió.

Comentó que en materia de prevención es vital ya que si en una comunidad los especialistas de la salud tienen conocimiento que hay un aumento -por ejemplo- en los casos de dengue, estos saben que tienen que informar a la comunidad para que estas pidan que se hagan intervenciones como fumigaciones, abatización del agua, implementación de charlas, entre otras medidas.

Indicó que no sólo se está acabando con la posibilidad de hacer prevención sino también de generar diagnósticos oportunos.

«Si no le informas a los médicos de los hospitales o los ambulatorios que hay por ejemplo una epidemia de difteria, cuando llegan esos casos el médico puede no detectarlo y pensar que es una amigdalitis. El diagnóstico es tardío, además resulta que es más grave, potencialmente mortal y que también puede estar infectando a otras personas», ilustró.

A ciegas

La doctora María Yánez, expresidenta de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas, indicó que el Ministerio de Salud es el ente rector y que son ellos los que deben proporcionar las cifras, por lo que es lamentable que en su lugar los especialistas tengan que hacer proyecciones para prevenir a las comunidades.

El boletín no es algo que se exija por simple costumbre, es un informe en el que se reflejan al menos 72 enfermedades de notificación obligatoria que deben ser del conocimiento del gremio médico para prepararse ante las enfermedades que están predominando y ocasionado un gran impacto en la salud de la población. «No lo quieren dar a conocer porque estas cifras evidencian el gran fracaso del manejo de la salud en Venezuela, evidencian la crisis. Que las medidas de control, prevención, vigilancia y los programas de salud y sanitarios que debe regir el ministerio simplemente no están funcionando y refleja cifras que suponemos que son alarmantes», analizó Yánez.

2012 fue el último año del que se conoció información del Anuario de Mortalidad; este registro debería publicarse anualmente al igual que el Boletín Epidemiológico.

Este es otro fallo por parte del Estado y reafirma una política de ocultar información por parte del Estado.

FUENTE: INFORME 21

19/11/16

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