En el Día del Trabajador Público, sindicalistas de diferentes gremios del país se concentraron afuera de la Iglesia Nuestras Señora de Las Mercedes, en la parroquia Altagracia, para marchar hacia la Cancillería y exigir mejores salarios y libertad política.
La Policía Nacional Bolivariana (PNB) instaló un piquete entre la Iglesia Las Mercedes y el Ministerio de Educación, frente a la concentración de los trabajadores sindicales.
Carlos Salazar, vocero de la Coalición Sindical Nacional, asegura que los ajustes salariales se lograrán en la calle. “Derecho que no se defiende, derecho que se pierde”, gritan.
Por otro lado, Griselda Sánchez, coordinadora del sector ejecutivo, precisó que 60% del alumnado a nivel nacional ha abandonado las aulas. Exigió la renuncia del ministro Aristóbulo Istúriz.
Emilio Negrín, representante sindical de la Federación Nacional de Trabajadores Judiciales, manifiesta que su salario solo le permite alimentarse a medias. Pide la renuncia de Nicolás Maduro.
Eduardo Sánchez, presidente de la Federación Nacional de Trabajadores Universitarios, exige un salario mínimo que cubra la canasta básica alimentaria. Además, insiste en que debería destruirse a todo el tren ministerial.
José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores del Sector Petrolero, reclamó que a 12 días del inicio del nuevo período escolar, los trabajadores públicos no cuentan con el dinero para costear útiles y uniformes escolares para sus hijos e hijas.
Con información de El Pitazo