El Sindicato de los Trabajadores del Hospital Manuel Núñez Tovar, en Maturín, tiene una exigencia al gobierno regional: el plan de atención al sector salud debe ser constante y no cuando ocurra una contingencia.
La secretaria general de ese sindicato, Yen Santil explicó que la ausencia de agua es algo que debe corregirse cuanto antes, porque en el quinto piso esta llega con deficiencia y áreas como los sanitarios de la emergencia pediátrica y de adultos suelen colapsar por la ausencia del servicio.
El servicio de Rayos X funciona a medias; eso hace que los pacientes deban tomarle una foto a la pantalla y llevársela al médico o que este se traslade hasta la sala para dar un diagnóstico al paciente. “Esto es una situación que lleva meses”, agregó.
A la lista de requerimientos anexó la ausencia de químicos en los laboratorios del hospital. No hay reactivos; por eso los usuarios tienen que salir hasta centros privados para cancelar por exámenes como hematología completa, tiempo de coagulación de la sangre y orina, entre otros.
“En el hospital no hay tensiómetros ni termómetros. A los familiares se les sigue pidiendo que compren yelcos porque tampoco hay. Entonces, consideramos que con un plan de contingencia permanente se pueden corregir las fallas y brindarle al paciente una buena atención”, sostuvo.
Sobre la suspensión de las cirugías electivas a raíz del apagón, Santil indicó que siguen paralizadas y que en el hospital Núñez Tovar se siguen atendiendo las estrictas emergencias. Al menos, más de 500 pacientes están en lista de espera por una cirugía; los más afectados son los de urología.
Con información de El Pitazo