La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) afirmó este martes que, en los últimos seis meses en Venezuela, fueron constantes los allanamientos, amenazas y la persecución a periodistas que investigan casos de corrupción por parte de altos funcionarios del Gobierno.
La SIP indicó, en su informe provisional, que debe ser aprobado en la reunión de medio año que empezó el martes, que se sumaron también casos de violencia física, amenazas y ataques contra periodistas que cubrían las elecciones regionales y locales de noviembre pasado, por parte de autoridades policiales y militares, «grupos paramilitares armados y organizados por el Gobierno».
«La confiscación de las instalaciones de El Nacional ocurrió con el descaro de un sistema judicial que no tiene autonomía del Poder Ejecutivo. Los jueces siguen instrucciones directas de Diosdado Cabello, pasando por encima de cualquier procedimiento legal», afirmó la organización.
Asimismo, señaló que la demanda penal en contra del medio venezolano nunca llegó a sentencia y se detuvo en la audiencia de conciliación, pero las medidas cautelares se mantienen después de cinco años.
«El juicio civil que llevó a una sentencia de pago por indemnización de 13 millones de dólares se realizó sin sentencia penal ni justificación del increíble monto final», añadió.
La SIP apostilló que la acción del Ejército que tomó con «armas largas las instalaciones y desalojaba a todos los trabajadores se hizo sin ningún procedimiento legal o lícito».
Recordó que el pasado 7 de febrero se concretó la adjudicación de la sede de El Nacional a Cabello, lo que fue calificado por el periódico como un «irregular y clandestino remate judicial», al no haberse publicado «los carteles de remate en los que debe informarse públicamente el día, la hora y el monto mínimo para que los interesados hagan su oferta» y sin la presencia de testigos.
Otra agresión registrada por la SIP fue el bloqueo «sin respaldo judicial, de manera discrecional y absolutamente arbitraria» de portales de medios como El Nacional, La Patilla y Efecto Cocuyo.
Esto ocurre, prosiguió, dándole instrucciones a las compañías telefónicas para que hagan el bloqueo, en el que se incluyen empresas trasnacionales como Telefónica, «que pasan por encima de sus propios principios de no violación de los derechos humanos».
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Con información de El Pitazo