Ese reconocimiento del alza de casos diarios de COVID-19, cuando el Ejecutivo nacional lamentó que el 13 de enero se tenía un incremento a más de 50% frente a una tasa que se remontó a 1.267 contagios, marca la preocupación de expertos frente al rebrote por la variante ómicron. La Organización Panamericana de la Salud (OPS), también lanzó el alerta que la misma se convierta en la predominante en Venezuela, mientras la clínica indica un promedio de diseminación que un contagiado pueda infectar hasta 15 personas, con una rapidez de alcance parecida al sarampión y mayor exigencia de atención asistencial, sabiendo las deficiencias que se tienen en insumos médicos en los hospitales.
Guiomar López | La Prensa de Lara
Las probabilidades que esta variante circule en gran parte del territorio nacional es confirmada por Flor Pujol, jefa del Laboratorio de Virología Molecular del IVIC, al recordar que padece de síntomas más leves, pero con riesgo de aumentar los casos de hospitalización. Refiere lo explosivo que se ha manifestado en otros países con récord de contagios diarios.
La vacuna protege, pero reitera que la inmunidad no sólo consta de la producción de anticuerpos, siendo una primera barrera e incluso incluyendo la inmunidad celular. Un virus que puede asociarse más hacia la bronquitis, que en afección directa pulmonar y con la posibilidad de evadir anticuerpos, con más prudencia para aquellos pacientes vulnerables por comorbilidad.
«El estimado es de 1 x 15 de diseminación y con un período de incubación más corto que el sarampión», compara de una etapa de incubación de aproximadamente 2 días, mientras con el sarampión se puede tardar 7 días. «El tiempo de duplicación es más fuerte, con una subida exponencial», advirtió y hasta soltó de ser más exponencial para infectar a niños.
En detalle
«El escenario es más alto que el reconocido, aún con cifras maquilladas», denuncia José Félix Oletta, exministro de Salud, al calificar como una debilidad del Estado sin la capacidad de respuesta que empieza por el detallado análisis genómico, que con los acordes intentos desde el IVIC, pero siguen siendo insuficientes frente a la variante ómicron que ha tenido casos autóctonos y altamente reproductivos.
Señala que el alcance puede ser de más casos y directamente incida en el sistema de salud con ingresos en emergencias, además de la capacidad de ventiladores para las áreas de pacientes con insuficiencia respiratoria por covid-19. «El Gobierno debería informar y atender la demanda de servicios», denuncia y llama a seguir incrementando la administración de vacunas, junto al recordatorio a la población a cumplir las medidas básicas de bioseguridad.
Aprecian como un reto para la nación, cuando las instancias no garantizan la realidad en diagnósticos ni la totalidad del tratamiento. Así reclama Jaime Lorenzo, presidente de la organización Médicos Unidos de Venezuela, frente a una variante que no ha sido de tanta gravedad como la delta, pero implica más contagios. «Lo más delicado es que el sistema de salud no dio respuestas y hasta obligó a las atenciones a domicilio», lamentó.
Para el infectólogo, Antonio Mata González, no se debe bajar la vigilancia, frente al posible aumento de demanda en centros asistenciales con el inevitable consumo de insumos y los pocos recursos con los que se cuenten. «No hay que bajar la guardia, porque las variantes anteriores no tenían la misma rapidez de diseminación», finaliza el experto.
Con información de La Prensa de Lara