De acuerdo con el comportamiento registrado durante el año 2017, el colapso de la industria automotriz luce inevitable. Sin reacción por parte del Gobierno nacional, las empresas del sector no dejan de caer, asegura un análisis elaborado por el portal especializado La Guía del Motor, dado a conocer este viernes, reseña El Impulso.

En efecto, entre enero y agosto de este año las siete ensambladoras privadas apenas armaron 1.313 unidades, cifra que es un 33,11 % más baja con respecto al mismo lapso del año pasado y que a la postre fue el peor de la historia, cifras que permiten confirmar que este será un año más negro aún y abre más dudas sobre el futuro de las automotrices en Venezuela.

El reporte de la Cámara Automotriz de Venezuela (Cavenez) correspondiente al mes de agosto muestra que ese mes apenas se ensamblaron 220 unidades para totalizar 1.313 carros en los ocho primeros meses del año.

El resultado registrado hasta ahora es 33,11 % más bajo que entre enero y agosto del año pasado y apenas supone un promedio de 164 vehículos mensuales.

Se trata de cifras realmente insignificantes para una industria con capacidad de, al menos, 250.000 carros anuales e inmersa en una profunda crisis desde hace un lustro sin que el Gobierno nacional reaccione.

Al detallar el boletín de Cavenez se aprecia que tres de las siete ensambladoras privadas ni siquiera han producido un vehículo en lo que va de año. Sólo en agosto fueron cuatro las que estuvieron completamente paralizadas.

Prácticamente, Ford Motor de Venezuela y Toyota de Venezuela, las dos automotrices que comercializan sus productos en dólares en sus redes de concesionarios, aportan casi la totalidad de lo producido en el año. Entre ambas empresas armaron 1.099 unidades de las 1.313 totales entre enero y agosto del 2017. El resto fue responsabilidad de FCA Venezuela – antigua Chrysler – y Mack de Venezuela.

Más allá de la posibilidad de vender los carros en dólares como mecanismo para que las automotrices obtengan sus propias divisas y con ellas importen el material de ensamblaje, el Ejecutivo nacional no ha ofrecido más alternativas para una industria que en el pasado llegó a ser unas de las que más aportaba al Producto Interno Bruto (PIB).

A mediados de este año se confirmó el abandono definitivo de General Motors Venezolana, empresa que durante más de tres décadas fue líder en producción y venta en el mercado local. Aunque la decisión final estuvo asociada a una medida judicial de un embargo, en la industria automotriz no descartan que otras compañías tomen la misma decisión cuando al cierre de este año se complete el peor ejercicio en la historia del sector en más de cinco décadas, destaca La Guía del Motor.

Fuente: El Impulso

Fecha: 24 de septiembre de 2017

Ir a la barra de herramientas