El dinero se vuelve sal y agua. Así es como dicen las personas que salen de sus casas con un millón de bolívares, pues son pocas las cosas que pueden comprar. Lo que priorizan con esa cantidad de dinero son algunos productos de comida.

Los que ganan sueldo mínimo viven con la soga al cuello, pues con 400 mil bolívares al mes no logran comprar mucho. Ellos deben reunir dos quincenas y media para poder alcanzar el millón de bolívares, pero con el pasar de los días es menos lo que se compra, pues todo va en aumento, mientras que si se le suma el bono de alimentación deben destinar un mes de trabajo y unos días más.

«Yo a veces tengo que trabajar dos días para poder ganarme el millón de bolívares», dijo Alonso García, pues el es comerciante informal y cuando las ventas no están muy buenas le cuesta reunir esas cantidad.

El hombre detalló que con lo que gana es destinado exclusivamente para la comida de su hogar y no logra comprar todo un mercado, pues tienen que priorizar. A eso se le suma los demás gastos, como productos de aseo personal o cualquier «antojito» que tenga, que la mayoría de veces es complicado complacer.

Si se saca la cuenta, con un millón de bolívares las personas sólo podrían comprar un kilo de carne y un kilo de pollo, mientras que en otras ocasiones pueden gastar esa cantidad de dinero en un arroz, una harina, un litro de aceite y un atún, por lo que aseguran que las otras cosas del mercado quedarán fuera de la lista.

«Gastar el millón de bolívares es muy fácil, pero para conseguirlos es el problema», dijo Henry Barragán, quien vende tetas en el centro de la ciudad, por lo que expresó que eso es algo que ahorita no todas las personas lo están buscando y por eso a veces se le dificulta poder reunir dinero para su comida diaria.

Los pensionados son otros que sufren dolores de cabeza, pues son dos meses y medio de pensión lo que deben reunir para legar al millón de bolívares y con eso no pueden comprar ni sus medicinas porque todos los medicamentos están por las nubes, en especial los de la tensión y la diabetes.

Con información de La Prensa de Lara

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