En el sur de Bolívar, habitantes sostienen que la gasolina solo llega a zonas mineras, militares o funcionarios del Gobierno. Para el resto solo se consigue pagando cuatro o cinco veces más su valor.
Conseguir gasolina de manera regular en el sur de Bolívar es una odisea desde mucho antes de la pandemia. Desde que comenzó la cuarentena en marzo, la distribución y despacho de combustible se limita solo a Ciudad Guayana, Ciudad Bolívar y Upata, y de manera irregular.
La gasolina es solo para los militares y para las minas, para nosotros nada. Acá la gasolina la venden a cinco dólares el litro, y sale mejor comprarla en Pacaraima (Brasil)», afirma una habitante de Santa Elena de Uairén.
Con el cierre de la frontera como medida de cuarentena, y para saltar controles de bioseguridad, la ruta por trochas se convirtió en el camino más transitado.
Las comunidades indígenas siempre han usado las trochas. Como no tienen medios de transporte, y esas trochas pasan por sus comunidades, les es más fácil cruzar por esa vía. Por allí transportan alimentos, medicinas y hasta combustible», agrega la fuente.
Para los productores agropecuarios del sur de Bolívar tampoco hay disponibilidad de combustible. En El Palmar, por ejemplo, solo aprobaron salvoconductos para 17 de 70 que solicitaron. Estos deben trasladarse hasta San Félix para abastecerse apenas de 20 o 30 litros.
Gasolina en oro
El Observatorio Popular de la Gasolina en Bolívar denunció las irregularidades en torno al despacho de combustible en la entidad. El diputado a la Asamblea Nacional, Rachid Yasbek, advirtió que las cisternas las destinaban al sur de Bolívar para las alianzas mineras. Así, una gandola de gasolina podía costar entre uno y dos kilos de oro.
En el sur del estado Bolívar todavía sigue el tema de la gasolina. La misma no se despacha desde las estaciones de servicio legales que están en los distintos municipios del sur, sino que son estaciones de servicio dominadas por el pranato y se hacen las ventas en el mercado negro», denunció el parlamentario.
El legislador agregó: «Siempre se desvían las gandolas hacia allá, porque si aquí una gandola normal a precio internacional se vende a medio dólar, hacia allá se saca cuatro o cinco veces más el precio y, sobre todo, siendo controlados con los alcaldes y sus socios del pranato o el sistema, como le llaman».
Yasbek indicó que hay un circuito entre el kilómetro 88 y El Palmar, donde se ve con mayor frecuencia el tráfico de combustible. Los habitantes del municipio Padre Chien aseguran que diariamente ven circular camiones cisternas con gasolina hacia las zonas mineras.
Por ello es que vemos que en Bolívar solo se llena 20 litros por vehículo a la semana, sea subsidiada o en divisas, haciendo caso omiso a los decretos que emana la dictadura. Y las Fuerzas Armadas toman la decisión de a quién se le vende, cuándo y cuánto se le vende. Aunado a eso, tenemos información de que desde Guyana se está trayendo gasolina hacia Venezuela porque está estandarizado a cuatro o cinco veces su valor en el mercado. Es negocio para los guyaneses, en vez de traficar con gasolina de Venezuela para allá, ahora es al revés», denunció.
Hasta $6 el litro
Guasipati, municipio Roscio, tiene más de cinco meses sin recibir despacho de gasolina, afirma Darío Graffe.
«En el primer listado realizado por Pdvsa, Guasipati no entró en el despacho de combustible. Esta vez salieron las dos únicas estaciones de servicio de acá y aún a la espera de las cisternas. Se escucha que llegarán, luego dicen que no y así estamos a la expectativa», comenta.
Aunque se instaló el sistema biopago para regular el despacho, este fracasó por fallas de señal en la zona.
Solo surten a personal militar y del Gobierno, mientras que el sector empresarial, comercial y ganadero están paralizados totalmente, obligados a comprar la gasolina en las minas de 5 a 6 dólares por litro. Gracias a Dios el pueblo es chiquito y se puede caminar, pero personas enfermas y visitantes están angustiados porque deben salir y comprar la gasolina bachaqueada. Las autoridades no respetan ni salvoconductos ni informes médicos y humillan a la gente», afirma Graffe.
El problema con el despacho de gasolina tiene más de un año en todo el estado, pero al sur de Bolívar es de hace al menos una década.
Graffe calcula que desde 2010 comenzó el retardo en las llegadas de cisternas al municipio Roscio. Para entonces, llegaban de tres a cuatro veces por semana para las dos estaciones de servicio del pueblo. Para 2015, se redujo a solo dos veces por semana, y ahora llevan más de cinco meses sin despacho legal de combustible.
Protestas
Desde el 12 de octubre, en los municipios El Callao y Roscio se dieron protestas porque a pesar de que llegó una cisterna con combustible, en cada estación apenas despacharon 20 litros a no más de 150 vehículos. Los conductores se quedaron a la espera de una segunda gandola que no llegó.
En Cedeño también esperan la gasolina, pero no la venderán a precio subsidiado. 16 estaciones de servicio del estado Bolívar pasaron al esquema de venta a precio en divisas. Esto incluyó a la comunidad rural de Los Pijigüaos, que cuenta con una sola estación de servicio.
Con información de Crónica Uno