Venezuela debe pagar el jueves 1.121,5 millones de dólares del bono de su petrolera Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA) 2017, lo que revive los temores de default. La última amortización de este papel, con un cupón de 8,5%, deberá realizarse luego de que el pasado viernes PDVSA iniciara el pago de 842 millones de dólares para la cancelación parcial de su bono 2020.

Son las obligaciones más exigentes dentro del duro calendario de pagos del último tramo del año. A la del jueves hay que añadir 47,66 millones de dólares de intereses, pero que tienen 30 días de gracia.

«Con el retraso que se produjo en el bono PDVSA 2020, lo más probable es que también se retrase el pago del PDVSA 2017», dijo a la AFP Alejandro Grisanti, director de la consultora Ecoanalítica.

PDVSA anunció el pasado viernes el inicio de las transferencias al banco JP Morgan -que actúa como agente pagador- para la cancelación del bono 2020, pero según Grisanti el proceso recién se hará efectivo cuatro días hábiles después.

«Pensamos que esos bonos (2017) van a caer en default por unos días mientras PDVSA paga. Muy posiblemente hacia finales de la próxima semana le estará ingresando ese dinero a los inversionistas», señaló el experto.

Los analistas coinciden en que el país petrolero pagará, si bien el riesgo de default se mantendrá indefinidamente. Para la firma Capital Economics, basada en Londres, el desembolso anunciado el pasado viernes ratifica que «la disposición a pagar sigue siendo tan fuerte como siempre», por lo que son «más altas» las posibilidades de que PDVSA liquide el bono 2017.

La petrolera aseguró el viernes que la liberación de fondos demostraba su «sólida capacidad financiera», pese a las sanciones de Estados Unidos que prohíben negociar nueva deuda venezolana.

Pero aún honrando esas obligaciones, Venezuela deberá cancelar en lo que resta del año unos 1.800 millones de dólares, según la firma Aristimuño Herrera & Asociados. Y el próximo año deberá desembolsar unos 8.000 millones de dólares, en un contexto de fuerte contracción económica (36% en los últimos cuatro años), hiperinflación (proyectada por el FMI en 2.349,3% para 2018) y una producción petrolera en descenso.

Publicado por AFP
02/11/2017

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