A pesar del reciente aumento salarial en Venezuela de Bs. 7 (US$1,50) a Bs. 130 (US$29), muchos pensionados viven de la ayuda de terceras personas y fundaciones, puesto que el nuevo monto que cobran no les cubre la Canasta Alimentaria, la cual se ubicó en US$365, ni sus necesidades básicas.
Maybel Sequera, de 71 años, y Juan González, de 74, trabajaron por muchos años como costurera y conductor para poder construir su casa y criar a 4 hijos.
Sin embargo, dependen de donaciones de personas y organizaciones para poder recibir alimentos, medicinas y ropa.
Sequera acotó que «ahora que nos aumentaron a 130 vamos a ver cómo nos bandeamos (mantenemos) con esos 130 (bolívares), porque tampoco alcanza».
Datos oficiales precisan que Venezuela tiene más de 5.000.000 de pensionados, pero dada la situación económica, lo que reciben no alcanza para sus gastos.
Igualmente, muchas personas de la tercera edad reciben remesas que les envían familiares que se encentran en el extrajero.
Pero quienes no tienen esa opción, pues les toca buscar medicinas, ropa y alimentos en fundaciones, iglesias u organizaciones humanitarias, así como también les toca salir a trabajar a la calle para poder sobrevivir.
Por su parte, Miriam Jiménez, de 68 años, manifestó que se las tiene que ingeniar para conseguir la comida.
«No es fácil, porque uno tiene una edad, uno sale a la calle y mucha gente lo mira con desprecio. El dinero no es nada. Uno tiene hasta que pedir en la calle. A veces algún vecino me regala algo», reveló cuando retiraba un plato de comida en una fundación para la tercera edad.
Luis Francisco Cabeza, director de Convite, apuntó que la seguridad social también debería incluir medicinas, atención médica y recreación.
«Ninguno de esos beneficios los tienen las personas pensionadas. La pensión es un sistema que busca protegerte frente a la contingencia que supone llegar a la vejez», expresó a The Associated Press (AP).
Con información de Banca y Negocios