Más parturientas y recién nacidos han muerto en Mérida en los últimos dos años. Según el reporte de la emergencia humanitaria compleja en Mérida, realizado por seis ONG, la tasa de mortalidad materna en ese estado se triplicó entre 2016 y 2018.

La tasa de mortalidad infantil también ascendió debido a la falta de políticas sanitarias efectivas y presentó un incremento de 45% para el mismo período.

Una fuente interna confirmó la información a las ONG que elaboraron el reporte. Las últimas cifras oficiales disponibles sobre la mortalidad materna y la mortalidad infantil en el país corresponden al año 2016 y fueron divulgadas por el Ministerio de Salud en mayo de 2017. Desde entonces, las autoridades han guardado silencio.

El reporte de las ONG precisa que la tasa de mortalidad materna alcanzó 330 embarazadas fallecidas por cada 100 mil nacidos vivos. También detalla que 45% del total de decesos corresponde a mujeres entre 30 y 39 años y que 36% adolescentes de 10 a 19 años.

“Estas cifras configuran un patrón de mortalidad materna atribuible a serias limitaciones en el acceso y en la atención de los servicios de salud”, detallan las organizaciones.

Sumido entre epidemias e infecciones

Los merideños viven azotados por las epidemias. El informe destaca que Mérida ahora es un territorio con casos autóctonos de malaria desde el período 2013-2016 aunque el Ministerio de Salud no da cuenta de ningún registro.

“En 2017 el número de casos de malaria aumentó 260% y, hasta julio de 2018, la cifra tuvo un incremento de 1.000%, con una razón endémica de 55 para esta última fecha”, alertan las ONG.

“Si bien la mayoría de los casos proviene de zonas endémicas del estado Zulia, otros casos son autóctonos de Mérida donde se suponía haberse logrado interrumpir la transmisión. De hecho, se han reportado casos en municipios donde se creía que no existe el vector (el mosquito anopheles)”, señala el informe.

Hasta agosto de 2018, se han registrado 104 casos sospechos de sarampión en la entidad y 53 casos de Tosferina, sin la posibilidad de confirmar las infecciones debido a la falta de reactivos para realizar las pruebas de laboratorio.

También se reportaron 11 casos sospechosos de difteria y un fallecido hasta el mes de julio de 2018.

Otra enfermedad que preocupa a los merideños es la tuberculosis. El número de infecciones por esta bacteria pasó de ocho casos en 2015 a 43 en 2017.

El reporte también destaca las precarias condiciones de higiene en los hospitales públicos de la entidad. “En diversos centros de salud de Mérida se registraron 451 casos de infecciones por bacterias en tracto gastrointestinal y piel (…) 386 personas fallecieron por sepsis en el Hospital Universitario de los Andes“, denuncian las organizaciones.

Con información de Efecto Cocuyo.

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