Quienes recorren el casco histórico de la ciudad de Caracas, en la búsqueda de adquirir los timbres fiscales, indispensables para la formalización previa al otorgamiento de documentos en notarías y registros (Principal, Inmobiliario y Mercantil), ven con preocupación la escasez de este insumo en los expendios autorizados para comercializarlos.
Ante la ausencia del instrumento necesario para la culminación y autorización del acto jurídico requerido por los interesados, los trámites se paralizan.
En los alrededores de la Torre David hay más de 10 puestos poseedores de una licencia que permite la venta de estampillas. Sin embargo, más de la mitad de estos expendios, desde la semana pasada, colgaron carteles que hacían referencia sobre la ausencia de los timbres fiscales en sus establecimientos.
En un recorrido realizado por periodistas de El Impulso en la zona, se observaron ciudadanos molestos que recorrían puesto por puesto en la búsqueda de los timbres fiscales. Algunos aseguraban que ya tenían más de una semana en ese proceso y habían tenido que paralizar todos sus trámites. Como en el caso de Ana Sepúlveda, quien requería agilizar el proceso de un registro para participar en un operativo de patentes.
Una trabajadora, cuyo nombre no quiso revelar y que labora en un cibercafé con licencia para comercializar timbres fiscales, indicó que hace dos semanas fue la última vez que la gobernación despachó el insumo.
La vendedora anónima, igualmente aseguró que a finales de la semana pasada se acercó a realizar el pedido, pero la única respuesta que obtuvo fue que la institución estaba siendo fiscalizada por el Gobierno y tenían detenido el despacho de estampillas.
“La semana pasada fuimos fiscalizados todos los locales de la zona, ellos indagan quiénes vendemos y cuántos vendemos mensualmente. Presuntamente es un estrategia para dar con los supuestos revendedores de estampillas, e incluso nos amenazaron con clausurarnos si encontraban algunos de nuestros seriales en mano de estos bachaqueros de timbre fiscales”, expresó.
En efecto, un grupo de personas ronda el centro de la ciudad en búsqueda de ciudadanos que efectúan trámites para ofrecerles timbres fiscales. Según Clara Medina, compradora, la semana pasada le vendieron un timbre fiscal de 0,01 Unidades Tributarias, que para ese entonces costaba 1,77 bolívares, en 500 bolívares y el de 5 Unidades Tributarias (el más costoso) que debería ser cobrado en 885 bolívares, lo vendían en las esquinas del casco histórico hasta en 5.000.
“Hasta hace dos meses llegaban clientes pidiéndonos una hoja carta entera de timbres fiscales y nos dimos cuenta que salían inmediatamente a revender las estampillas, desde entonces solo vendemos el timbre a quienes nos muestren el documento que lo requiere y muchos van a querer sacar tajada ahora que incrementó la Unidad Tributaria”, aseveró la vendedora de la librería.
Fuente: Reporte confidencial / El Impulso
Fecha: 21 de febrero de 2017