Siete años se cumplen hoy desde que el gobierno ordenó la ocupación de las dos principales torrefactoras de café del país, Fama de América y Marcelo & Rivero, que luego fueron expropiadas acusadas de generar una escasez del café y de ser presuntamente cómplices de contrabando de extracción a Colombia.

El argumento del presidente Hugo Chávez y del entonces ministro de Agricultura y Tierras, Elías Jaua, era que en manos del gobierno las empresas trabajarían a su máxima capacidad y garantizarían que cada venezolano pudiera servirse su taza de café, pero nada de lo prometido se cumplió y las empresas estatizadas ahora trabajan a menos de 10% de su capacidad instalada, cuando están operativas.

“La producción mermó mucho en los últimos años. De una capacidad para generar 70.000 kilos diarios, estamos sacando 6.000 kilos, promedio. No tenemos materia prima suficiente. Esperamos que este año la cosecha se pueda capturar de manera satisfactoria para producir más”, dijo Gary Becerra, secretario general del Sindicato de Trabajadores de Café Fama de América.

En las instalaciones de Café Madrid corrieron con menos suerte. Benito Colina, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la empresa, aseguró que por mucho que han intentado rendir los insumos el inventario se agotó y debieron parar. “La capacidad instalada da para producir hasta 2,2 millones de kilos mensuales y este año en el mejor de los meses llegamos a 750.000 kilos. La operatividad es intermitente. Al mes trabajamos una semana. Nos traen poca materia prima y enseguida se acaba. La semana pasada no se produjo nada y esta, al parecer, tampoco se hará”.

Los sindicalistas apuntaron que la caída de la producción no se registraba cuando las empresas eran de capital privado. Afirmaron que en estos años lo que mejoró fueron los beneficios laborales. “Antes había que pelear mucho para lograr mejores condiciones. Ahora lo que nos afecta es el descenso de la producción”, dijo Colina.

Denunciaron que las autoridades que han estado a cargo de la Corporación Venezolana de Café, creada para financiar a los productores, administrar las empresas nacionalizadas, a Café Venezuela y comprar materia prima en el exterior, no han sabido atender a los caficultores y captar suficiente materia prima para que puedan seguir operando.

“La producción empezó a decaer en 2013. Señalamos la mala gestión, se nombraron tres juntas administradoras nuevas y no mejoró. Ahora designaron  al coronel Alfredo Mora, esperamos que cumpla el rol y logre conseguir la cosecha necesaria”, deseo Becerra.

Carlos Andrade, secretario general de Sindicato Nacional de Trabajadores de Café, coincidió con Becerra y agregó que en Café Venezuela, también en manos del gobierno, pasan por una situación similar a la de las expropiadas. “En lo que va de 2016 la producción es de 6% en las siete torrefactoras de Café Venezuela”.

Sin incentivos. Caficultores indicaron que la materia prima escaseó porque el gobierno destruyó los incentivos para la siembra. “Anteriormente, nosotros podíamos escoger a qué torrefactora le queríamos vender nuestra producción, ahora debemos venderle a la CVC o a las asociaciones de productores. Además, solo nos pagan 15.000 bolívares por quintal (saco de 46 kilos), eso no cubre nuestros gastos”, aseveró Dioleigdy Páez, directora de café de Fedeagro.

Agregó que si se aumentan los precios los productores se sentirán más motivados a incrementar la superficie sembrada. “No se ha hecho un manejo adecuado a los cafetales porque no ha habido estímulos. Hemos tenido fallas con las fertilizaciones. A eso se suma que hace tres años nos cayeron las plagas broca y la roya, que arrasaron con la siembra”.

Afirmó que para este año esperan cosechar 600.000 quintales de café, cuando hay terreno para producir cerca de 2 millones de quintales.

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