La situación económica ha golpeado sin piedad a los trabajadores públicos y privados. Muchos desertaron, algunos abandonaron sus cargos y otros aún resisten, pero para nadie es un secreto ver las escuelas sin docentes y hospitales sin personal. Las cartas de renuncia se acumulan cada vez en las instituciones de La Guajira.

Muchos empleados esperaban con ansia esta fecha ya que recibían un aumento que ayudaba económicamente. Hoy en día, un servidor público siente impotencia al  escuchar un aumento de salario porque esto genera mayor inflación.

Zoila Govea, maestra jubilada que trabajó por 25 años en la escuela de Arepeta de la parroquia Guajira del estado Zulia, narró su historia desde que inició su carrera como maestra en el año 1994: “Ser maestro en época anteriores era lo máximo, duré 5 meses sin recibir un salario, no me quejaba de los pasajes porque anteriormente se podía obtener fácilmente el efectivo. Me dejó mucha satisfacción que logré culminar de construir mi casa con lo que me pagaban en el colegio y compré mi carro de paquete. Pero hoy en día el sueldo no alcanza ni siquiera para comprar dos pollos”.

diferencia de una docente del Centro educativo inicial Madre Laura  ubicado en la población de Guarero de La Guajira nos comentó:  “Hoy en día el salario solo alcanza para medio comer porque  en la entidad bancaria solo están dando 5.000 bolívares y eso no cubre los pasajes para realizar una diligencia. Muchos de nosotros trabajamos por amor y compromisos a los niños del municipio”.

Similar fue el testimonio de Jairo González, quien señaló que comenzó a trabajar como obrero desde 2010. “En ese tiempo se podía tener en el bolsillo todas tus quincena pero ahora los 40.000 bolívares sólo alcanza para  comprar dos días de comida. Muchos de mis compañeros han abandonado sus trabajo porque el sueldo no aguanta”, dijo González.

”Muchas veces me dan ganas de llorar  porque salgo a trabajar sin poder comer una arepita de verdad no me alcanza para comprar alimentos; hace dos años me detectaron una ernia y no ha sido fácil seguir mis tratamiento porque simplemente no me alcanza mi sueldo”, manifestó el maestro de la parroquia Alta Guajira.

Los trabajadores públicos y privados del municipio Guajira, aún resisten y piden todos los días a Maleiwa (Dios) que coloque su mano sobre Venezuela.

Con información de El Pitazo

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