La curva de enfermos relacionados con el COVID-19 se mantiene estable en Venezuela según las informaciones oficiales. 107 casos positivos declarados en horas de la noche del 26 de marzo, un fallecido y, de los infectados, dos en condiciones críticas. Pero ¿se sabe algo de los trabajadores de la salud?, la primera barrera con la que se topa el COVID-19. ¿Se cumplen las recomendaciones de la OMS?

La encuesta nacional Impacto COVID-19 levantada por la Comisión de Expertos de la salud para el 22 de marzo reportaba que 6,2 % de personal de salud había dado positivo al virus. Por los medios digitales se señaló a una trabajadora en Apure, un médico integral en Cojedes y un enfermero en Guarena-Guatire.

Insistentemente, el personal hospitalario, atendiendo a las recomendaciones de la OMS, ha pedido que los doten de equipos de bioseguridad para quienes atienden de manera directa a los pacientes.

Miranda, Distrito Capital y Aragua son las tres entidades con mayor número de casos. En Aragua —donde se registró el primer deceso como consecuencia del COVID-19— de acuerdo con el doctor Ramón Rubio, presidente del Colegio de Médicos, el Gobierno solo le está suministrando los equipos al personal que brinda asistencia en el área donde hay pacientes positivos.

Según señaló Rubio, ese personal, que en su mayoría son médicos integrales de la red de ambulatorios, trabaja con el protocolo de seguridad, mantiene las camas separadas cada dos metros y da indicaciones a las enfermeras —que atienden dos o tres pacientes— para que cada cuatro o cinco horas hagan el chequeo del cuadro clínico.

La emergencia es de apenas dos semanas y ya el riesgo es inminente, pues el virus llegó en medio de una emergencia humanitaria compleja en la que los hospitales no tienen insumos ni agua. Una realidad que se vive en el resto del país. 

Este 26 de marzo, los gremios de la salud del Zulia enviaron misiva al doctor Arístides Torrealba, de la Defensoría del Pueblo, precisamente para visibilizar esa situación. Y para alertar, en vista de la experiencia de otros países con personas del sector salud que han resultado contagiadas y otras que han muerto por esta causa, que se deben definir prioridades en el marco de las posibilidades de atención.

«Como es por todos conocido», indicaron los profesionales, «nos encontramos en una situación de calamidad al estar bajo la real amenaza de una epidemia por la propagación del coronavirus COVID-19″.

Señalaron que, lamentablemente, esas recomendaciones de la OMS no se están cumpliendo en la mayoría de los servicios de los hospitales y demás centros de atención del sector público, exponiendo a los trabajadores que de manera responsable se presentan a cumplir con sus obligaciones a pesar de las dificultades para su movilización y transporte.

Por tanto, denunciaron violación del derecho a la salud, artículo 83 de la Carta Magna, así como de la Ley Orgánica de prevención, condiciones y ambiente de trabajo (Lopcymat); ya que el personal está en condiciones inseguras o insalubres de trabajo.

Dicen que también se está violando la Ley de Ejercicio de la Medicina y solicitaron la diligencia del defensor para que se cumpla con las exigencias que contemplan la Constitución, las leyes y convenios suscritos sobre la protección de los trabajadores en esta situación de altísimo riesgo para su salud, su vida y la de sus familiares, en el sentido de que les sean proporcionadas las condiciones de saneamiento ambiental y equipos de protección personal.

Además, solicitaron que se les exima de la responsabilidad de prestar su servicio si no les son cumplidos estos requerimientos. Peticiones por las cuales aún se esperan respuestas.

También en Miranda elevan un SOS. El Comité Ejecutivo del sindicato de la salud (Sintracupem) denunció que médicos, enfermeras, camareras, camilleros, vigilantes, conductores, auxiliares de farmacias, de laboratorio, de RX, bioanalistas, radiólogos, aunque han demostrado mística de trabajo y sensibilidad humana, no cuentan con un buen salario, un transporte adecuado, no tienen guantes, tapabocas, gorros y batas descartables.

A eso le agregan que hay muchos que no tienen carnet o constancia de trabajo que permitan movilizarse, pues  a muy pocos les han dado salvoconducto. Igualmente, no están dentro del personal priorizado para comprar gasolina y todo esto afecta la prestación de los servicios.

Luis Colmenares, presidente del sindicato, pide que los atiendan pues los trabajadores están haciendo todo lo posible para salvar vidas, asumieron el riesgo de contagiarse.

En Venezuela, sin la pandemia, ya era larga la lista de personal con patología nosocomiales producto de la falta de higiene.

Con información de Crónica Uno.

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