Equipos dañados, escasez de insumos, secuestro de beneficios laborales, sometimiento por el hampa y falta de transporte, forman parte de las vicisitudes que enfermeras, camilleros, camareras y personal operativo a diagnosticar al principal centro asistencial de Anzoátegui en etapa terminal. Personal aseguró de estar cansados de levantar informes que son ignorados por las autoridades por lo que indicaron estar dispuestos a radicalizar las acciones de protesta.

La situación del hospital universitario Luis Razetti de Barcelona colmó la paciencia de trabajadores, médicos y enfermeras del principal centro asistencial del estado Anzoátegui, quienes en asamblea realizada este lunes decidieron declarar al mismo en estado de emergencia.

Falta de transporte, secuestro de beneficios económicos, falta de equipos y hasta ausencia de coletos para limpiar los pasillos del recinto hospitalario, formaron parte del rosario de vicisitudes expuestas durante el encuentro realizado en el auditorio del sanatorio barcelonés.

Ni el mejor libretista hubiese podido escribir la historia de caos y tragedia que atraviesa el Razetti. Quirófanos al borde del cierre, robos al personal dentro y fuera de las instalaciones, dotación escasa, agresiones a médicos y enfermeras y áreas que prácticamente parecen un cementerio de equipos dañados, llevaron al personal a prácticamente decretar un cierre del hospital.

A tres enfermeras les dieron la bienvenida a trabajar el 1 de enero en la entrada del hospital atrancándolas al punto de tocarle sus partes íntimas para robarle sus teléfonos, todo esto pasa porque tenemos un año y dos meses sin el servicio de transporte el cual la empresa estatal Transanzoátegui nos quitó desde que Barreto Sira ganó la gobernación. El 25 de diciembre ingresaron unos tiroteados y los familiares exigían atención inmediata y traslado a otros centros de salud, como no pudimos hacer el traslado estos procedieron a insultar a todo el personal y casi nos agreden, la situación es tan caótica que los médicos en el área de quirófano tienen que pasar revista escoltados por los familiares de los pacientes para evitar ser robados”, sostuvo el delegado de prevención del recinto Edison Hernández.

Aseguran que ya están cansado de redactar informes, hacer denuncias y plantearle a las autoridades los males del hospital sin ver soluciones a la vista por lo que no descartaron radicalizar acciones en pro de buscar soluciones a los padecimientos del centro asistencial.

Con información de Crónica Uno

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