Hoy, a cuatro años de esa tragedia que conmovió a Venezuela y al mundo, la refinería del Complejo Refinador Paraguaná no logra recuperarse desde entonces.

El representante de la Federación de Trabajadores de Falcón (Fetrafalcón) y miembro de la Mesa de la Unidad Democrática en Carirubana, Carlos Colina, declaró al diario Primera Noticia, que el Centro de Refinación Paraguaná continúa siendo “una bomba de tiempo”.

Colina aseguró que, pese a que el Estado reconociera que la explosión se produjo por “errores técnicos”, hasta los momentos no ha salido a la luz pública un documento que indique qué fue lo que verdaderamente pasó ese día.

El sindicalista afirma que el Complejo Refinador de Paraguaná no tiene actualmente, ni cantidad ni calidad de personal calificado, para atender las averías que ocurren diariamente dentro de la industria.

De acuerdo a cifras manejadas por el sindicalista, dentro de la refinería de Amuay presuntamente han ocurrido unos 60 incidentes, y entre 30 y 40 accidentes desde enero del 2016, lo que demostraría la impericia por parte del personal, para mantener la seguridad dentro de la misma.

Colina detalló que la gerencia del Complejo Refinador no se preocupa para que el trabajador tenga acceso a los implementos básicos de seguridad, pasando por alto el contrato colectivo y las leyes de seguridad laboral.

El sindicalista pide ayuda a los organismos internacionales especializados en los derechos humanos y a los parlamentarios de la Asamblea Nacional, especialmente la del diputado Luis Stefanelli, quien desde hace algún tiempo se encuentra estudiando el caso.

Cierre técnico

Aunque Amuay actualmente está produciendo entre 310 y 340 mil barriles de 645 que podría producir, Iván Freites explicó en una entrevista al diario La Verdad del Zulia, que esta cantidad se está almacenando para luego procesarse.

“Eso es prácticamente un cierre técnico, porque no está cumpliendo las funciones de una refinería”. Aparte de la planta catalítica, en Amuay se paralizó también la hidrodesulfuradora, la de azufre y el flexicoquer, de acuerdo con denuncias de trabajadores de la organización.

“De ser emblema en el mundo, quedaron para recibir productos importados como gasolina, gasoil, componentes. Es bastante lamentable que no se hayan hecho los correctivos”, afirma el sindicalista.

Freites sostiene que el déficit técnico viene acompañado de una fuga de talentos. “Los últimos ocho años han migrado más de 10 mil trabajadores profesionales formados desde 1998 hasta acá, por inseguridad industrial, politización y bajos salarios”.

“El trabajador busca bienestar y aquí en la industria petrolera, los salarios son de hambre”, denunció.

FUENTE: CON INFORMACIÓN EL CARABOBEÑO

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