De espanto y susto, sosteniéndose muy bien las piernas, para no caer de la impresión. Esa es la reacción que tienen familiares de pacientes con Covid-19 durante la cacería en farmacias, pues la lista del tratamiento para una afección leve puede superar los 75 millones de bolívares mientras que la totalidad de los casos críticos, entre antibióticos, antialérgicos, antiinflamatorios, anticoagulantes y con el peso demoledor del Remdesivir en hasta $ 400 por dosis, tiene una sumatoria que asciende a casi 2 millardos 900 mil bolívares con las 5 ampollas bases de este antiviral.
La preocupación impera en aquellos que reciben la atención médica domiciliaria, empezando por los altos precios de medicamentos importados, algunos escasos y hasta forzados a llevar la dosis incompleta, porque el dinero no les alcanza para resolver la totalidad y se centran en la emergencia inmediata al adquirir un blister de 10 unidades. Al regresar por el resto de esa medicina, tienen el riesgo de conseguirla más cara en comparación con la compra inicial.
El impacto es tan fuerte que la familia además de lidiar con el pánico de posibles complicaciones en el paciente, debe «parir» ese dineral. Un parto largo e inducido que lleva a vender objetos de valor, pedir la colaboración de familiares y apostar por la caridad de alguna remesa de allegados en el exterior. Es una cuenta que puede iniciarse con analgésicos como Ibuprofeno desde Bs 2 millones, vitaminas desde Bs 4 millones y puede subir a la cúspide en casos para agudos con insuficiencia respiratoria con el antiviral Remdesivir, cuya ampolla se eleva hasta a $ 400.
Todo es el resultado de una política económica errada. Así lo considera Freddy Ceballos, titular de la Federación Farmacéutica Venezolana (Fefarven), ante la dinámica del dólar que sube a diario. «¿Cómo podemos hacerlo si el 95% de los medicamentos son importados?», señala del descuido de la producción nacional y conseguir medicinas pero a precios que pocos pueden costear. Mientras no haya estabilidad, el más necesitado es el más golpeado, frente a una industria nacional que no pudo seguir produciendo y se debate entre los precios tan cambiantes.
Ese contexto también lo reconoce Omar Álvarez, en el Colegio Farmacéutico de Lara, al confirmar que se consigue la mayoría del tratamiento para el coronavirus, pero son costosos. Hasta los complejos vitamínicos en apoyo para subir los glóbulos rojos, esas ampollas pueden llegar a costar Bs 4 millones.
Los expertos también cuestionan ciertas medicinas importadas, que apenas cumplen con la providencia del permiso de comercialización y sin cumplir con el riguroso registro sanitario, ese que garantiza la calidad del medicamento, más aún si no proviene de laboratorios reconocidos
Alerta con la automedicación
Con el tema del tratamiento también se tiene lo delicado de la automedicación y que se explica en los anaqueles vacíos al poco tiempo. Tal como cuenta la farmacéutica Génesis Melo, sobre el caso de la Ivermectina, muy indicado contra los parásitos y que el abuso puede causar graves daños en el hígado.
El paciente puede avanzar con la inflamación de órganos, mientras dispone con medicinas genéricas.
Con información de La Prensa de Lara