Entre retrasos, buhonería, y empujones transcurren los días del tramo que conecta a Miranda con Caracas, denuncian usuarios y trabajadores del sistema
El sistema ferroviario Ezequiel Zamora I que cubre la ruta Caracas-Cúa, desde el 15 octubre de 2006, es el único tramo, con 41,4 kilómetros, construido y operativo de todo el Sistema Ferroviario Central, de 3.665 kilómetros, que sería complementado dos años después por el tramo Puerto Cabello-La Encrucijada o Ezequiel Zamora II y que hasta 2013 había tenido una inversión de 10 millardos de dólares, según dijo entonces el presidente del Instituto de Ferrocarriles del Estado (IFE), Franklin Pérez Colina.
Este tramo, que en el apogeo de la campaña presidencial de 2006 fue presentado como vanguardia, era antigua aspiración de los habitantes del Tuy, pues conecta a Miranda con Caracas en apenas 40 minutos, un recorrido que por carretera dura hasta 3 horas. Sin embargo, los usuarios se quejan del sostenido deterioro en la calidad del servicio.
“Los rieles de la estación La Rinconada son nidos de insectos y ratas, los vagones están invadidos por la suciedad y los buhoneros. Todos los días me toca irme a empujones, los retrasos son una vez por semana, en mi trabajo saben que cuando llego tarde es por culpa del ferrocarril”, afirmó Mayerlin Jiménez, una joven de 25 años, que desde 2014 vive en Ciudad Zamora, un urbanismo de la Misión Vivienda localizado en Cúa al que fue transferida con su familia tras el desalojo de la Torre de David.
Jiménez viaja todos los días a Caracas por su trabajo y como ella miles usan a diario el tren.
Las fallas del medio de transporte están relacionadas con malas decisiones gerenciales y una falta de inversión, explicó Ricardo Sansone, con 20 años de experiencia en el área ferroviaria. “La velocidad actual del recorrido es de 80 kph, cuando la capacidad es de 120 kph. El mantenimiento de las vías está atrasado. Hasta la maleza la está cubriendo, eso delata cuán inconstante es el mantenimiento”, dijo el experto.
En esto coincidió un técnico de estación del sistema, quien prefirió no identificarse. “De 24 trenes solo 18 están operativos, los otros 6 están parados por falta de repuestos o están dañados”, reveló.
Sin cultura ciudadana. Trabajadores de trenes advirtieron sobre una “mafia” entre autoridades de seguridad y vendedores ambulantes, lo que ha impedido la erradicación de la economía informal. “Cada buhonero paga hasta 5.000 bolívares de vacuna por permanecer en el tren, por eso se ve que los sacan y al siguiente día vuelven”, contaron.
El viernes 14 el IFE informó del despliegue de 300 funcionarios de seguridad en un operativo con el que se retuvo a más de 90 vendedores informales; sin embargo, el sábado 15 ya se los podía ver otra vez vendiendo impunemente. “Ahora hay más que nunca, acaba de pasar uno vendiendo cilantro, y antes otros 5 vendiendo chucherías”, confirmó Rafael Castro, usuario consultado durante un recorrido hecho por un equipo de El Nacional.
Pero el ferrocarril no solo es desatendido por la gerencia. La suciedad en los vagones y los empujones para abordar forman parte de una actitud que denota falta de cultura ciudadana, analizó Celia Herrera, experta en sistemas de transporte masivo. “Se debe invertir en mantenimiento y educación ciudadana, es un asunto de calidad de vida, más allá de lo estrictamente técnico”, expresó la ingeniera, quien también destacó que todo pasa por una mejor administración.
FUENTE: EL NACIONAL
29 DE OCTUBRE DE 2016