A sus 13 años, el corazón de Brian Puerta dejó de latir. Estaba hospitalizado en el piso 2 del hospital de niños J. M. de los Ríos y era paciente de nefrología. A diferencia de los cuatro pequeños que fallecieron este año a causa de un brote infeccioso en las máquinas de hemodiálisis, su muerte se debió a una cardiopatía derivada de su patología.

Así lo aclaró la presidente de la ONG Prepara Familia, Katherine Martínez luego de que el diputado a la Asamblea Nacional y médico oncólogo, José Manuel Olivares, anunciara la lamentable noticia en su cuenta de Twitter. Esa organización sigue muy de cerca el drama que viven los pacientes del hospital infantil más importante del país. La carestía de medicamentos e insumos, el deterioro de la infraestructura y los cortes de agua y electricidad son las principales denuncias que reiteran.

En marzo de este 2017 empezó un mortal brote de bacterias klebsiella y pseudomona que, hasta el día de hoy, se ha llevado la vida de Raziel Jaure, Samuel Becerra, Dilfred Jiménez y Daniel Laya. El hospital se ha tardado en dar respuesta aunque desde un primer momento se constató que el agua que surtía las máquinas de hemodiálisis estaba contaminada.

La falta de antibióticos y el retardo en el mantenimiento de las máquinas ha empeorado la situación. La semana pasada, Martínez acompañó a representantes de Cecodap y a la madre de uno de los niños fallecidos por la infección, Judith Bront, a llevar la denuncia del servicio de Nefrología del hospital infantil de ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) la semana pasada. Desde la comisión perteneciente a la Organización de Estados Americanos (OEA) enviarán un grupo de observadores para constatar las denuncias realizadas.

El diputado recordó que hay más de 10 niños en riesgo. Muchos de los que permanecen temen dializarse y empeorar sus condiciones médicas.

Fuente: Efecto Cocuyo

Fecha: 11 de julio de 2017

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