Al menos 23,4 millones de infantes necesitan asistencia humanitaria en Latinoamérica y el Caribe, más del triple que hace un año, debido a la crisis inédita causada por la conjunción de la pandemia, la migración y el cambio climático, alertó Unicef, que busca “urgentemente” fondos para auxiliar a parte de esta población.
“Nunca antes se había visto a tantos niños y niñas afectados simultáneamente por múltiples emergencias en tantos países de América Latina y el Caribe”, aseguró este jueves el director regional de Unicef, Jean Gough.
Huracanes más fuertes, mayores flujos migratorios y la pandemia de la covid-19 “han dejado a millones de niños y niñas sin escolarización, sin protección, sin agua y sin vacunas. La región es hoy más desigual y más peligrosa para los niños y niñas que hace un año”, agregó.
LOS EFECTOS DE LA PANDEMIA
La agencia de la ONU recalcó que “con más de 12,5 millones de casos de la covid, América Latina y el Caribe es la región más afectada por la pandemia”, y “enfrenta uno de los confinamientos más prolongados del mundo y también la mayor contracción (económica) de los últimos 100 años según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL)”.
La economía de Latinoamérica se contraerá al menos un 9,1 % este año debido a la pandemia en curso, el desempleo crecerá hasta al menos el 13,5 %, la pobreza llegará a niveles del año 2005 y recuperación será lenta, de acuerdo con los pronósticos de la Cepal.
Unicef alertó de que “si no se toman medidas urgentes, la mayor parte de los avances logrados en la protección y promoción de los derechos del niño en las últimas décadas podrían perderse e incluso revertirse“.
LOS FLUJOS MIGRATORIOS: VENEZUELA, CENTROAMÉRICA Y MÉXICO
Los dos grandes flujos migratorios de la región, desde Venezuela y a través de Centroamérica y México, alcanzaron picos sin precedentes este año, alertó Unicef.
La agencia de la ONU calcula que en el 2021 “4,3 millones de niños de Venezuela en los países de acogida y otros 6,8 millones de niños migrantes en México y Centroamérica necesitarán asistencia humanitaria”.
La situación humanitaria en Venezuela “continúa intensificándose después de seis años consecutivos de contracción económica, y unos 3,2 millones de niños y niñas en el interior del país y 4,3 millones de niños y niñas migrantes necesitan asistencia humanitaria con urgencia”.
“Aproximadamente 2,3 millones de personas padecen inseguridad alimentaria. Unicef busca 200 millones de dólares para llegar a casi 4 millones de personas, incluidos 2 millones de niños y niñas en el país” suramericano.
CRISIS CLIMÁTICA
Unicef destacó que en los últimos años los países de América Latina y el Caribe han luchado contra huracanes que se presentan con una frecuencia e impacto cada vez mayores, como quedó en evidencia el pasado noviembre cuando dos de estos potentes fenómenos asolaron Centroamérica.
Las lluvias, vientos, inundaciones y deslaves provocados por los huracanes Eta e Iota en las dos primeras semanas de noviembre pasado en casi toda Centroamérica dejaron dos centenares de muertos, desaparecidos, y millonarios daños a la infraestructura y los cultivos.
“Junto con nuestros aliados, Unicef está respondiendo a las necesidades de más de 646.000 personas, incluidos 327.000 niños, con suministros vitales y acceso a servicios en albergues y comunidades de las zonas más afectadas (por los dos huracanes) de Belice, Guatemala, Honduras y Nicaragua”, dijo el organismo.
FONDOS URGENTES Y CONSTRUCCIÓN DE RESILIENCIA
Unicef afirmó que “está buscando urgentemente más de 500 millones de dólares para proporcionar asistencia vital a 17,4 millones de personas, incluidos 11,7 millones de niños, niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe el próximo año”.
En un entorno extremadamente volátil y sensible como el de América Latina y el Caribe, “el riesgo es la razón por la que recaudar fondos flexibles y plurianuales es esencial para llegar rápidamente a todos los niños y niñas, en todas partes y en cualquier momento, en cada etapa de una emergencia humanitaria y sus secuelas”, dijo Unicef.
“Las necesidades humanitarias son inmediatas pero persistirán con el tiempo. Prepararse mejor para la próxima emergencia es fundamental. Ahora es nuestra oportunidad de crear soluciones resilientes y reconstruir una mejor América Latina y el Caribe, donde los niños y niñas estén seguros”, dijo Gough.
Con información de Sumarium