Distintas unidades de diálisis del país aún disminuyen las horas de tratamiento ante la falta del concentrado líquido de bicarbonato, un elemento esencial para la diálisis en Venezuela, tras días de denuncias de pacientes y organizaciones no gubernamentales.
“Se siguen racionando las horas de diálisis a las personas con insuficiencia renal. De cuatro horas se ha bajado hora y media o dos horas para hacer la terapia de diálisis. ¿Con qué fin? Para que el residuo del bicarbonato que quede se pueda reciclar, que lo que quede del pote se pueda utilizar en el siguiente paciente. Esto es muy grave”, dijo Francisco Valencia, director de la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida), a Efecto Cocuyo.
La falta del bicarbonato, necesario para la limpieza de la sangre, se agudizó a finales de agosto e inicios de septiembre. Su envío irregular, a cargo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), pone en riesgo a una población de unos 6.500 pacientes a nivel nacional, estima Codevida.
Según los sondeos de Amigos Trasplantados de Venezuela (ATV), entre los estados más afectados estaban Lara, Táchira, Mérida, Bolívar, Falcón, Carabobo e incluso Caracas reportó fallas en algunas unidades. De acuerdo con su fundador, Reymer Villamizar, sin el bicarbonato no es posible hacer diálisis, y si las personas no se dializan, acumulan toxinas, se complican y pueden fallecer.
Para este 7 se septiembre, tanto Villamizar como Valencia reportaron que algunas unidades habían recibido bicarbonato, pero en pocas cantidades y solo para pocos días.
“Hasta ahora el Seguro Social distribuyó bicarbonato en algunos centros, pero solo para diálisis para los próximos tres días. No hay para el resto“, destacó Valencia, quien también ha denunciado que el Ivss ha enviado bicarbonato vencido.
Incertidumbre permanente
De acuerdo con Villamizar, en la semana han continuado el seguimiento a la falta de bicarbonato y los encargados de las unidades resaltan que, en general, todavía reciben pocos materiales.
“Hasta los momentos hemos visto que siguen haciendo entrega de bicarbonato a cuentagotas. Algunas informaciones que nos han llegado incluso del Seguro Social era que ellos tenían poco bicarbonato y su forma de tratar de atender y que las personas no se dejaran de dializar es mandar para un día o dos días, con lo poquito que tienen, y distribuirlo por los distintos centros de diálisis”, añadió el director de Amigos Trasplantados de Venezuela.
Ambos denunciaron que esta situación incide tanto en la salud física de las personas con insuficiencia renal como en su salud mental, pues la incertidumbre de no saber si podrán dializarse perpetúa la angustia.
“Esto repercute en la salud mental de los pacientes porque están en la incertidumbre de si se pueden dializar o no. Están siempre con el estrés de estar más atentos, porque si no hay diálisis tienen que cuidarse más: consumir menos líquidos o menos cantidad de proteínas”, indicó Villamizar.
Con información de Efecto Cocuyo